Opinión

DESTILANDO

POR LA VERDAD HISTÓRICA (2)

 

El pasado artículo, relacionado con el enderezamiento de la verdad, hablábamos de los acontecimientos históricos de abril del 1965, y decíamos, que allí hubo dominicanos, que sacrificaron sus vidas por defender la libertad, la democracia, la felicidad de nuestro pueblo y nuestra soberanía, mancillada por la grosera invasión de los Estados Unidos de América Y decíamos, en un idioma llano, que representaban los buenos y por el otro lado, afirmábamos, que hubo malos dominicanos, verdugos de la libertad y la democracia de nuestro pueblo, quienes como enemigos de nuestra Patria, aplaudieron y defendieron aquella intervención norteamericana.  

Hoy deseo enderezar algo que tiene que ver con la corrupción y Balaguer, y su gobierno de los doce años, hijo de la intervención  del  yankis.  

Recientemente escuché a un dirigente del PRD, muy activo en los medios de comunicación, tratando vanamente de igualar al Dr. Joaquín Balaguer con José Francisco Peña Gómez, pretendiendo establecer que aquel, al igual que este último, actuaba en política, sin meter sus manos en el erario publico y nada más falso. 

Obligatoriamente debo decir que resulta una grosera injusticia que un perredeista se atreva comparar a Peña Gómez con Balaguer. Primero,  José Francisco fue un demócrata a carta cabal y un luchador incansable por la libertad de nuestro pueblo, mientras Balaguer, fue durante 30 años mano derecha y compromisario de Rafael Trujillo,  y luego cabeza de un régimen conocido como el gobierno de los 12 años, impuesto por los invasores norteamericanos, en el que se produjo una cacería de todos aquellos buenos dominicanos que lucharon contra la intervención de los Estados Unidos de América a nuestro país. Balaguer fue un hombre que no respetó ni sus propias leyes y se llegó a creer, igualito a Trujillo, que este país le pertenecía, y en base al fraude, a la corrupción, y al asesinato,   intentó permanecer en la dirección del poder hasta su muerte. 

No puede ser demócrata nadie que haga del Estado toda una maquinaria al servicio de su continuismo o su aspiración de perpetuarse en la dirección del Gobierno. Policía, Fuerzas Armadas, Justicia, Congreso, etc. etc., todo estaba de manera permanente buscando su continuidad. 

Balaguer usaba demagógicamente siempre la siguiente frase” la corrupción se detiene en la puerta de mi despacho”, como queriendo indicar que la corrupción sólo se daba entre sus funcionarios, pero no en su persona. Falso totalmente falso, entraba (a su despacho) y lo atravesaba. Ahora bien y debemos ser justos y decir que, este dinero generado por la corrupción, en verdad no lo utilizaba para negocios privados, ni para rodearse de lujo,  sino que era utilizado, básicamente para garantizar su mayor ambición, la perpetuidad en el poder. 

Y es que para Balaguer su mayor pasión era el poder político, su mayor entretenimiento era el poder político, su mayor negocio era el poder político, su vida era el poder político. De ahí que todos los millonarios que surgieron en esos 12 años, y la fortuna que pudo generar aquel corrupto régimen, tenían un solo propósito:   consolidar sus aspiraciones continuistas. 

Y los males que genera la corrupción son los mismos, no importa que el dinero se obtenga para comprarse un yate o para apuntalar su continuismo en la dirección del Estado. De ahí que  debemos concluir afirmando que durante ese gobierno balaguerista, al igual que su último periodo de diez años, se consolida la corrupción, por lo que sin equívoco alguno ha sido merecedor del galardón  “el padre moderno de la corrupción”. ¿Y usted qué opina sobre este título? Ya volveremos sobre este tema. 

gmimbert@hotmail.com

 
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Gari Imbert, no puede zafarse de su perredeismo disimulado, al cual el tiene derecho de profesar sin ambaje, solo que no podrá exhibirse como dizque izquierdista, como suele hacerlo.
 

 

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