LO QUE PARECÍA UN VENDAVAL

2 de abril de 2009

La inauguración del gran supermercado en el malecón de Puerto Plata atrajo gente de todos los confines de la provincia y de más allá. Las jugosas ofertas funcionaron como señuelo para que los ciudadanos conocieran el nuevo local. Dicen algunos que los precios de apertura eran menores que los del mismo negocio en Santiago y en Santo Domingo, si es así, solo hay que decir que son estrategias válidas para captar clientes, para insertarse en un mercado determinado.   

Hubo reducciones considerables en los niveles de venta del comercio local los primeros días de la apertura debido a que la novedad atrae, se dice que hay quienes pagaron cuarenta pesos de pasaje para comprar cincuenta de mercancía, familias que esperaron la apertura para hacer sus compras y hasta algunos que tomaron prestado para ir a  ver.  

Aunque el comercio puertoplateño sintió una presión colosal durante los primeros días de apertura, con reducciones de hasta un 40% en las ventas, al parecer las aguas están volviendo a su nivel. Qué bueno que así sea, porque el Sol sale para todos y nadie puede mantener unos niveles de precios bajos sin que salga del negocio en poco o mucho tiempo.  

Lo cierto es que lo que pareció ser un vendaval que lo arrastra todo, se ha venido convirtiendo en un centro de comercio adicional que indudablemente contribuye a la democratización de los precios.  

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