LLEGO LA HORA
En el Dia de las Madres
DOS MUJERES UN CAMINO
“No llores porque las cosas hayan
terminado, sonríe porque han existido”. L. E. Boudakían
Mirna Santos
HOMENAJE PÓSTUMO A DOS MUJERES EMBLEMAS
DE MI PUEBLO: ARGENTINA ORNES DE CAPOBIANCO Y KLERIA TROCHE DE
GONZÁLEZ
Dos mujeres han partido:
Argentina Ornes de Capobianco y Kleria Troche de González. Las
escojo entre tantas mujeres valiosas que han sido pilares
importantes para la proyección de sus familias, porque
simbolizan la esencia de dos mujeres y un camino a imitar.
Argentina Ornes de
Capobianco. Fue una cantera de entrega silenciosa, pero de
vertical decisión en sus principios. En los momentos más
aciagos de la vida del país, donde conspirar contra Trujillo,
constituía un escarnio y una confrontación que podía concluir
con la vida, no sintió temores, ni escatimó esfuerzos,
sobreponiéndose a los comentarios adversos que podían dañar su
imagen pública; y cerró filas para luchar contra los 31 años de
cerrazón, de autoritarismo y de cercenamiento a la libre
expresión del pensamiento, a que tenía sometido al pueblo, la
dictadura trujillista. Luego siguió sus pasos indoblegables, de
rectitud y de decoro, formando parte del Movimiento
Revolucionario 14 de Junio, que constituyó en los años 60, la
vanguardia del pensamiento de avanzada de ese momento.
Argentina, supo apoyar con una rectitud indoblegable, a Manolo
Tavárez Justo en su caminar por el país y cuando cayó
acribillado en las Lomas de Manaclas junto a un grupo de jóvenes
soñadores, que creían en un futuro mejor para este pueblo; y
ella, como parte de esa generación inconclusa, soñaba también,
con la utopía de una revolución social que abarcara el cambio
moral en el comportamiento y en la decencia para servir de
ejemplo a las nuevas generaciones. Esa y tantas cosas que hay
que contar para la historia, fue el camino tomado por Argentina,
una mujer que formaba parte de una clase social que le permitía
vivir en condiciones de privilegios, y sin embargo no dio cabida
para que ésta realidad le limitara ni le cercenara sus
impulsos.
Recordándote a ti hoy
Argentina, madre nutriente, amiga eterna, puedo decirte:
“Que hay gente que con
sólo decir una palabra enciende la luz y los rosales. Que con
sólo sonreir entre los ojos, nos invitan a viajar por otras
zonas y nos hacen recorrer toda la magia. Hay gente que con
sólo abrir la boca, llega hasta los confines del alma, alimenta
una flor, inventa sueño y, hace cantar al vino en las tinajas .Y
uno se va de novia con la vida, desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina, hay gente así ¡¡Tan
Necesaria!! “. Argentina fue así, fue de esa gente.
Kleria Troche de
González: Contaba con luz propia, y así tranquila y solitaria,
fue una mujer de empuje y de batalla. Moldeaba las ilusiones de
los demás, con hermosos bosquejos que encabezaban las más
exquisitas celebraciones familiares, no dejó que el ambiente le
marcara un rumbo diferente al de su crianza. Esposa inseparable
de un ser especial que le colocó la vida para acompañarla hasta
expirar el último hálito de vida. Siempre determinó en su
realidad, que la unidad familiar puede tener un soporte especial
para conformar una pareja ideal, si se nutre de respeto,
admiración y profundo amor. Kleria Troche, tenía sus propias
convicciones sociales y las sabía defender con estoicismo.
Conocedora del rol y de la capacidad de su pareja fue su
acompañante fiel, sin desmedro de su vertical defensa a su
pensamiento solidario en lo que consideraba lo mejor para su
pueblo. Así como al procrear sus dos hijos se dedicó con amor
acompañarlos, sin interferir en sus caminos para que forjaran
sus propias proyecciones. No fue una mujer de dobleces
personales y se encaminó hasta el final de su existencia con la
misma rectitud y metas que le acompañó toda la vida.
Por eso para ti, Kleria
Troche, mujer emblema de mi pueblo:
“Una lágrima que es eso
que humedece los ojos del mundo y que el mundo se empeña en
ocultar, y que es eso que nos tragamos tantas veces por
soberbia, por orgullo, por demostrar fortaleza y queda atorada
en la garganta. Una lágrima, es tan profunda que no sabemos con
certeza de dónde nace, ni si podrá morir alguna vez. Porque una
lágrima cicatriza una herida, lava una pena y ablanda el
corazón. Una lágrima es un recuerdo, una angustia, una
desesperación, una interrogante. Una lágrima seguirá siendo el
sueño desvanecido que rozó nuestros párpados, que aún está dulce
y húmedo a pesar de tu partida”.
Argentina y Kleria, dos
mujeres y un camino de conducta vertical, para que no tengamos
jamás que despedirlas.
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