LLEGÓ LA HORA

EL BARRILITO DE LOS LEGISLADORES Y EL TESORO DE LOS DISTRITOS MUNICIPALES  

Mirna Santos 

En las últimas semanas se ha destapado  escándalos mayúsculos sobre las apetencias desbordadas de nuestros legisladores,  Salas Capitulares y Sindicaturas, en busca del tesoro que tienen las arcas públicas para propiciar el enriquecimiento personal de  quienes han visualizado que una posición pública es símbolo de rápido ascenso económico para catapultar políticamente sus ambiciones desbordadas.

Así ha ocurrido con este Gobierno en todas sus instancias.  Se vendió al electorado nacional que votó el pasado 16 de mayo del 2006, que Leonel Fernández y el PLD querían un  “Congreso para el Progreso”, y definitivamente ha sido un Congreso para engrosar las arcas de sus Senadores y Diputados, creando una clase de privilegiados y de nuevos ricos.

Los Senadores tienen ingresos personales por 265 mil pesos y para gestiones un millón 30 mil 250 pesos, lo que totalizan un millón 295 mil 250 pesos al mes y todavía no conforme con lo que devengan quieren aumentarlo.

Los astronómicos ingresos de los funcionarios de este Gobierno constituyen un escarnio y una falta de respeto, partiendo de lo que se establece como sueldo mínimo que tiene la mayoría de la población dominicana.  De ahí que la pobreza en República Dominicana, tomando los parámetros de los organismos de cooperación internacional, ha ido aumentando  y la brecha entre pobres y ricos se ha ido expandiendo mucho más, en este Gobierno de los inmaculados peledeístas.  Por eso Transparencia Internacional ha colocado nuestro país como uno de los más corruptos de América Latina, por los niveles de cómo ha crecido la corrupción en  este Gobierno.

El Gobernador del Banco Central devenga casi un millón de pesos como sueldo fijo mensual y el Administrador General del Banco de Reservas no se queda atrás, sin contar los lujosos privilegios de viáticos, tarjetas de crédito, pago de viviendas, seguros médicos, colegios y universidades a sus descendientes, en fin, un montón de privilegios que acogota el pensamiento en un país donde el 70% de la población vive en la pobreza y miseria extrema.   Pero la cosa de los escándalos de los funcionarios de este Gobierno no se quedan ahí, cuando acaba de salir otro más, donde el Consejo de Administración del Banco Nacional de la  Vivienda,  mediante resolución elevó el sueldo a más de 500 mil pesos mensuales a su Gerente General,  Ing. Leonardo Matos Berrido, miembro activo del Consejo Presidencial Reformista que apoyó al Dr. Leonel Fernández.  Con este aumento se incremento el sueldo de este magnate a más de un 186% y no conforme con esto, logró en contubernio con este Consejo, que le aprobaran la  asignación de  una pensión de 450 mil pesos para cuando deje el puesto.  Eso nos plantea que resulta beneficioso y un negocio lucrativo utilizar la política para negociar, dejando a un lado los principios y las lealtades partidarias.

Pero la cosa sigue y prolifera, ya que se advierte una manifestación de la desesperación por aprovechar al máximo el puesto que ocupan estos funcionarios para asegurar sus finanzas cuando salgan, por la decisión mayoritaria del pueblo, que contempla impávido, para dar una respuesta contundente a todo este dispendio, de una clase media que ayer, encabezaba los movimientos de moralidad pública, como un dogma de principios insoslayables, y que al acceder al Poder se han destapado con una voracidad y glotonería de insaciable destape de las apariencias.

Así también está sucediendo con la nueva Ley Municipal que ha sido tomada por las Salas Capitulares en contubernio con los Síndicos peledeístas para destutanar a quienes estaban en los puestos como Encargados de los Distritos Municipales, para repartirse el festín, nombrando a quienes le garanticen el drenaje de fondos permanentes mensuales en nóminas especiales para engrosar sus bolsillos, comprando así lealtades, sobre la base de disminuir el caudal de ingresos de esos Distritos que no podrán cumplir, como se podrá imaginar,  con las demandas de  servicios de sus pobladores, ya que tendrá que dedicar más del 40% de sus ingresos en mantener  la insaciable demanda de Síndicos y Regidores del municipio del cual dependen para su desenvolvimiento.    

Y esto es sólo una parte del deterioro y el desorden que podemos apreciar en todas las instancias de este gobierno, donde son incontables los escándalos y donde cada día aparece un barrilito y un  tesoro  escondido para el enriquecimiento personal de estos y estas  "moralistas”  de pacotilla, que han defraudado la confianza del pueblo dominicano.   

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