LLEGO LA HORA
UNA SOCIEDAD CON APTITUDES DE CONTRASTE
“Cuando uno no vive como piensa, acaba pensando como vive¨.
Gabriel Marcel
Mirna Santos
Nunca me ha gustado pontificar sobre las
bondades del pasado. Pienso que cada etapa histórica, resume el
formato del comportamiento de la sociedad de ese momento. Nada
se produce de manera espontánea; los hombres y las mujeres que
viven en un determinado contexto social e histórico, reaccionan
a sus vivencias y establecen comportamientos, en función de la
realidad que le ha tocado vivir. De ahí que, decir que antes
las cosas eran mejores que ahora, es querer darle de lado, a
todo lo que ha pasado en el mundo, en las relaciones económicas,
en el comportamiento social y los cambios políticos de las
naciones desarrolladas, que irradian sus influencias, de una u
otra manera, a las naciones menos desarrolladas, como la
nuestra.
Pero definitivamente hay valores, que
norman el comportamiento de los hombres y mujeres, que no deben
cambiar y debemos luchar por mantenerlos inalterables. Los y
las humanos/as, nos distinguimos de los animales, por la
inteligencia y el raciocinio, de ahí que, nuestras reacciones
están pautadas en función de que tenemos un cerebro que nos
permite pensar.
Tenemos ahora, una sociedad que ha pautado
la riqueza y el poder, como un valor en sí, que le ofrece
garantía a quien o quienes los ostentan como un galardón que
pauta el éxito. No importa cómo usted haya logrado
conseguirlos, lo importante es exhibirlo, porque con ello usted
compra lealtades, honorabilidad y reconocimientos sociales, como
una mercancía con valor de uso y de cambio; el don de
servicio a la sociedad, de manera honorífica, es un mito, aunque
podamos encontrar uno/a que otro/a mecenas, que podemos contar
con los dedos de las manos.
Se utiliza como un cliché que los que hacen
vida en los partidos políticos tienden a corromperse y que
buscan el poder para enriquecerse, pero con los últimos
acontecimientos ocurridos en este país, con la masiva quiebra de
tres bancos y tantas otras atrocidades cometidas contra el
erario público, por empresarios privados, se ha develado que la
corrupción también ha calado en los cuellos blancos de nuestros
sectores oligárquicos y financieros y los paradigmas de lealtad,
seriedad y honorabilidad se han quebrado. Aquí en Puerto Plata
lo vemos sintetizado en el transfugismo político de una pléyade
de supuestos/as dirigentes y dirigentas que le han puesto precio
a su participación partidaria, fundamentalmente en los períodos
electorales. Igual lo hemos visto en grupos empresariales, que
se mueven entre la sinuosidad y la adulonería, unos/as para
conseguir prebendas y otros/as para asegurar sus capitales. De
ahí que la corrupción no es una aptitud propia de los/as
políticos/as, también se manifiesta en otros estratos de nuestra
sociedad.
La verdadera lectura que debemos darle al
Maratón pro – recaudación de fondos, realizado a favor de la
salud del Profesor Guillermo Rivera Núñez (Nene), hay que
sintetizarla en dos pensamientos importantes que debemos
reflexionar: el primero, que no todos los políticos que llegan
al Poder, utilizan los recursos del Estado para enriquecerse.
Nene Rivera es un vivo ejemplo de ello, ya que en los Gobiernos
de Don Antonio Guzmán y del Dr. Salvador Jorge Blanco ocupó
puestos cimeros como Gobernador Provincial, Secretario de
Estado de Interior y Policía y Director General de la Oficina
Nacional de Transporte Terrestre (Onatrate), además de haber
sido un hombre de confianza de un gran empresario venezolano que
realizó en el país grandes inversiones en los Gobiernos del PRD.
La
segunda lectura es; como estamos acostumbrados/as a que los
políticos que llegan al Poder por elecciones o mediante Decretos
Presidenciales, salen millonarios, y exhiben sus riquezas con un
grado de impunidad y complacencia de la sociedad que los
sustenta, la situación de Nene Rivera, resulta chocante y hasta
criticable, por los mismos/as que esbozan transparencia y
comportamiento ético, porque para la sociedad que tenemos,
llegar a un nivel de indigencia personal en las postrimerías de
la vida de una persona que ostentó puestos cimeros en el Estado
Dominicano, es haber pasado por los sitios, sin pena ni
gloria. O sea, que al final, la medición del éxito de un
político o política, es poder exhibir frente a la sociedad,
opulencia, ostentación y lujo, aunque haya sido logrado a costa
del hurto y la defraudación a los intereses de la mayoría. Por
eso somos una sociedad donde los paradigmas cuentan con una
subvaloración y contrastes a las aptitudes morales. Al
Profesor Guillermo Rivera Núñez, nuestros votos de
restablecimiento y nuestro respeto por su comportamiento. Y al
Comité de Amigos que realizó este Tele-Radio Maratón, junto al
pueblo de aquí y los puertoplateños de la diáspora que
respondieron a este llamado, me inclino reverente ante su gran
demostración de solidaridad, amistad y lealtad.
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