Fortaleza Colonial San Felipe una estructura militar convertida en museo

Ultima Actualización: sábado, 22 de junio de 2013. Por: ANTONIO HEREDIA

La fortaleza San Felipe fue erigida para proteger la ciudad de Puerto Plata de los ataques de los piratas y corsarios, por orden del rey Felipe II de España.

 PUERTO PLATA.- Ubicado en el malecón, con una hermosa vista al Océano Atlántico, el museo de la Fortaleza Colonial San Felipe es uno de los lugares emblemáticos de esta histórica ciudad también llamada “La Novia del Atlántico” que es visitada cada año por miles de turistas criollos y extranjeros. 

Esta edificación militar fue erigida en el año 1577 encima de un cerro, siendo un referente histórico de la arquitectura de la época colonial, construida en piedras y arcillas que han sobrevivido a los avatares del tiempo, ya que conserva, en el interior, su estructura original, mientras la parte exterior fue remodelada, debido a los daños ocasionados durante los constantes bombardeos a que era sometida la ciudad en los tiempos de la colonia española.
 
Esta estructura fue habilitada como museo en 1974 y declarada patrimonio cultural por la entonces Secretaría de Estado de Cultura, su nombre le viene dado para rendir honor al monarca español Felipe V en cuyo reinado fue terminada su construcción.
 
La fortaleza San Felipe fue erigida para proteger la ciudad de Puerto Plata de los ataques de los piratas y corsarios, por orden del rey Felipe II de España.
 
En varias ocasiones ha servido de prisión, no solo de piratas, sino de personajes de la historia, como el propio fundador de la dominicanidad, el patricio Juan Pablo Duarte, quien estuvo detenido allí por dos días, en agosto de 1844, antes de que lo trasladaran a la Fortaleza Ozama, en Santo Domingo, por orden del entonces presidente general Pedro Santana.
 
Este fuerte, es la segunda obra militar de importancia construida por la colonia española y que también sería utilizada como recinto carcelario, ubicado en la costa norte de la isla Hispaniola, en Puerto Plata, frente al océano Atlántico, la cual fue  levantada como un fortín básico de la defensa de la costa norte ante las andanzas saqueadoras de los corsarios y piratas.
 
De acuerdo con lo relatado por Heidy Silverio, una de las guías que ofrece sus servicios en el museo, desde la época de Carlos V, en 1541, hubo intención de erigir una fortaleza defensiva de esa parte de la isla para protegerse de las acciones permanentes de piratas y saqueadores que intentaban saquear la colonia española en esta parte del mundo. 

Los trabajos se iniciaron en los años 1562-65, con la anuencia de Francisco Ceballos, importante personalidad de Puerto Plata, quien muere en 1572, cuando ya la fortaleza estaba iniciada y durante ese período el contrabando fue elemento fundamental de las economías del norte de la isla.
 
Ceballos fue sustituido por el segundo alcaide Pedro Rengifo y Angulo, quien concluye la obra en el año de 1577; en el frente de la obra militar se lee aún: “Dio fin a esta fortaleza el capitán don Pedro Rengifo, alcaide de ella, año 1577”.
 
Los relatos de cronistas coloniales, establecen que por ser construida en un estratégico punto de la isla, la Fortaleza San Felipe fue escenario de grandes batallas por la subsistencia de la colonia. 

Para llegar a su interior, hay que atravesar un puente de madera que, en sus orígenes era elevadizo, con el fin de levantarlo cuando los enemigos intentaban penetrar al fuerte y cayeran en hoyos de coral hechos a mano, en los cuales colocaban estacas de madera afiladas que representaban la muerte segura de los invasores que caían allí.
 
“Las puertas que dan a las habitaciones o celdas son bien pequeñas miden unos tres o cuatro pies de alto, porque los españoles guardaban las armas del otro lado y el que quería robarlas debía inclinarse y cuando mostraban cabeza y cuello, del otro lado lo esperaban machetes en mano y eran decapitados”, informó la guía Heidy Silverio al referirse a unas puertas. 
 
Museo Colonial
 
En el lobby de la fortaleza, hay vitrinas de cristal donde se exhibe una colección de artefactos militares de los siglos XVIII y XIX, tales como cañones, balas, revólveres, fusiles, bayonetas, espadas, hachas y otras armas de la época, así como instrumentos de labranza y diferentes tipos de monedas que fueron encontradas durante la reconstrucción del fuerte en el 1972.

Además posee otra vitrina con artesanías dominicanas que están en exhibición donde se observan collares y piezas hechas con jícaras de coco, Larimar y piedras, también, muñecas de trapo y otros utensilios de la época que son utilizados para recrear la historia.

En otra de las habitaciones se pueden observar cuadros representativos de todas las primicias de América que ocurrieron en República Dominicana, como el primer almirante, la primera misa y el  primer catequista evangelizador, entre otros.
 
Ya en el segundo nivel, se encuentra el mirador hacia el mar, desde donde se observaba al enemigo cuando se acercaba, así como diversos cañones ubicados estratégicamente para atacar a los intrusos que intentaran llegar.
 
La guía Heidy Silverio, explicó que cada día, a las 10:00 de la mañana y a las 4:45 de la tarde, suena una réplica de un cañonazo, para recordar la historia de la fortaleza.

Desde allí se aprecia una panorámica del malecón, una vista de la loma Isabel de Torres y una vista completa del puerto, el cual era defendido desde esta fortaleza de las invasiones de corsarios y piratas. 

El museo está abierto al público todos los días, exceptuando los lunes, de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde. La tarifa para entrar es de cien pesos los adultos y 20 pesos los niños de siete a doce años y los estudiantes que vayan uniformados o presenten sus carnés. Los miércoles, las entradas son gratuitas, aunque solo para los dominicanos. 

Para que los visitantes puedan conocer más a fondo la historia que guarda el museo entre sus paredes y entorno, tres guías se encargan de dar las informaciones históricas de la fortaleza. Pero además de esto, disponen del servicio de audio guía, donde tienen las informaciones de la historia de la fortaleza grabadas en los idiomas español, inglés, francés, alemán y ruso, lo cual está incluido en el costo de la entrada.
 
Sobrevivió a las devastaciones.
 
En 1605, durante el proceso de las Devastaciones de Osorio, la ciudad fue totalmente asolada, pero la fortaleza no fue tocada, a pesar de las órdenes de destruirla. Durante las posteriores ocupaciones en el siglo XVIII, la fortaleza hubo de ser restaurada y el nombre de San Felipe fue dado en honor a Felipe V, entonces Rey de España. En ambos lados se construyeron torres que le dan  una conformación medieval.
Independencia

El cubo o torreón central de 80 pies de diámetro fue utilizado como prisión en la guerra de Restauración contra España, a partir de 1863”.
 
**Colaboración Wendy Almonte.-

Imagenes aportadas por: http://www.touristmaker.com/dominican-republic/