Pido perdón por haber nacido aquí

Ultima Actualización: martes, 08 de octubre de 2013. Por: Félix Corona

La historia de María Josep, es la misma de miles de hombres y mujeres que el único país que conocen es la República Dominicana, el himno nacional que saben cantar es el de “Quisqueyanos Valientes”.

Regularmente en las primeras horas de la mañana, igual que miles de dominicanos encendemos el televisor para mirar las noticias. Los lunes, los noticieros suelen estar muy cargados de informaciones. Las noticias más relevantes se suceden una a la otra y llega el momento en que uno comienza a perder la sensibilidad ante sucesos verdaderamente horrendos.

 La mañana de hoy no fue una excepción, lo que si hubo diferente, y que me ha hecho reflexionar el resto del día, fue el rostro de una joven de piel morena, con hermosa cabellera, quizás  causa del desrizado. Mientras era entrevistada por Edith Febles, un fuerte aguacero servía de fondo, detrás el verde de los cañaverales. Las mejillas de María Josep estaban inundadas. No era la lluvia que rodaba por sus pómulos morenos, sino las lágrimas a causa de la impotencia.

 María Josep, hasta hace cinco años atrás se consideraba dominicana, había terminado su bachillerato y tenía la ilusión de ingresar a la universidad para echar su familia adelante. Su mundo entre cañaverales, la escuela y los viajes a la ciudad se le fue por el precipicio. A pesar de que su padre entró legalmente a la República Dominicana, hace ya más de 42 años y de que ella nació en nuestro territorio, hoy, un grupo de magistrados que tampoco tienen su origen muy claro, le niegan la nacionalidad dominicana.

 Los Hermanos de María Josep no han podido viajar hacia Los Estados Unidos donde han sido admitidos para estudiar debido a sus altos índices académicos…porqué? La Junta Central Electoral le canceló sus documentos. Estos jóvenes ni se pueden ir del país porque no tienen pasaportes de cédula, tampoco se pueden quedar porque no son dominicanos. El país con el que están vinculados a través de sus ancestros, no lo conocen, ni poseen documentos que les avale como haitianos.

 La historia de María Josep, es la misma de miles de hombres y mujeres que el único país que conocen es la República Dominicana, el himno nacional que saben cantar es el de “Quisqueyanos Valientes”.

 Hoy ha sido un día muy triste para mi, las lágrimas que bajo la lluvia vertiera María Josep me han contagiado. Me ataca la taquicardia desde que la escuché pedir perdón porque su padre vino a este país, además pidió perdón por haber nacido aquí, mientras sus lágrimas parecían brotar desde los más profundo del alma.

 Su dolor quebrantó mi corazón arrebatando lágrimas en mis propios ojos al no poder borrar de mi imaginación, el rostro triste de esa linda morena que es tan dominicana como yo. Algunas de mis familias y las de todos los dominicanos, en algún momento vinieron o lo trajeron a esta isla. ¿cómo nos van a decir ahora que somos extranjeros?