Honesto

Ultima Actualización: martes, 28 de enero de 2014. Por: Félix Corona

Culturalmente el dominicano asocia las desgracias ajenas y las extrapola hasta afectar su propio entorno.

En algunas ocasiones creemos que todo está perdido, que el mundo es un completo desastre y llegamos a desconfiar de nuestros amigos, del policía, el sacerdote, el pastor, el maestro y hasta de nuestra propia familia. (Algunas veces con razón).
 
Culturalmente el dominicano asocia las desgracias ajenas y las extrapola hasta afectar su propio entorno. Esta corta historia, demuestra que todavía hay esperanza. Podemos salir adelante a pesar del pesimismo de algunos.
 
 A pocos metros de un banco comercial donde realizaba varias transacciones  esta mañana, fui testigo de una acción, que aunque debió ser la más correcta,  me impactó considerablemente.  Un señor de aproximadamente 65 años de edad, sentado en el borde de una fuente, me llamó e hizo gestos para que me acercase a él. Un poco dudoso fui hasta él y alcancé a mirar en sus manos un recibo de un depósito o retiro bancario.
 
De manera no muy afectuosa, pensando que me pediría algo, le pregunté que deseaba conmigo. El señor, todavía sentado me dijo, “usted que trabaja con la alcaldesa Ilana, y que se ve un hombre de respeto” antes que terminara le interrumpí insistiéndole que fuera al grano inmediatamente. “ok” me dijo, - usted cree que yo podría tener problemas por un dinero que me dieron de más en el banco”, me contó que fue a retirar el dinero de su pensión mensual de cinco mil pesos y que al solicitar todos sus fondos, la cajera le entregó la suma de $29,500 pesos.
 
 El señor en cuestión se encontraba atormentado y quería saber si caería preso al tratar de reembolsar el dinero al Banco. Solo atiné a aconsejarle que fuera al banco a depositar el dinero que él entendía no es suyo y que si es de ellos en algún momento lo tomarían de la cuenta, a lo que asintió contento.
 
Después de iniciar la marcha en mi vehículo, miré al señor a través del cristal, todavía un poco aturdido por la fortuna en sus manos que representan $29,500 pesos, él acostumbrado a vivir malamente con cinco mil mensual. Detuve la marcha, esta vez lo llamé y el vino hacia mí.
 
Al acercarse le pregunté: ´`'¡¡¡¡¡﷽﷽ hacia mí. Al acercarse le pregunte. Detuve la marcha, esta vez lo llame amigos, del policía. ¿Qué función hacía usted para El Estado por la que le otorgaron esa pensión? Me respondió “educador, siempre he sido profesor”
 
El pobre maestro no sabía que le había hecho efectivo el pago retroactivo de su pensión aumentada por orden del presidente de la República, licenciado Danilo Medina. ¡Qué gusto me dio saber de la disposición de este muy humilde hombre!
 
A pesar de haber vivido con un mísero salario de cinco mil pesos, estuvo dispuesto a reembolsar al banco lo que pensaba no era suyo. ¡No más palabras!