Por: Luis Henriquez Canela
Es grande la cantidad de parroquianos y visitantes que se posan en el Malecon de Puerto Plata las tardes de los días festivos. Algunos para mitigar el calor, otros para escuchar música y tomarse unos tragos, padres paseando sus hijos en vehículos, gente de a pie mirando y varios mozalbetes echando competencias en motores.
Esos muchachos juegan a la ruleta rusa. Adelantan por cualquier lado los vehículos que se desplazan y lo hacen a velocidades inusitadas. Uno se pregunta cómo puede ser posible que a estas alturas las autoridades todavía toleren este tipo de comportamiento que al final llena de luto a la familia puertoplateña.
¿Cómo puede ser posible que varios muchachos que no llegan a 17 años andando a velocidades de espanto, mantengan en un estado casi de sitio esa vía de esparcimiento cada domingo en la tarde o día festivo?
Con una sola motocicleta y dos policías se resuelve eso. ¿Es que no lo merecemos?