Instituciones débiles

Ultima Actualización: sábado, 29 de noviembre de 2014. Por: Ramiro Francisco

Debilidades de nuestras instituciones. Entonces, ¿No pueden ser fortalecidas?

A la debilidad de nuestras instituciones se apela muchas veces, para justificar la situación de caos, inseguridad e impunidad en que mal viven muchos países como el nuestro en América Latina.
 
Por esa debilidad –que no es la Debilidad de Aníbal de Peña – es que se acepta un cargo en la administración pública y se roba al Estado, sin temor a consecuencia alguna.
 
Es, debido a esa debilidad que violamos sin temor, cualquier Ley y al intentar apresarnos mostramos el carnet del partido oficial o la tarjeta del funcionario militar o civil y ahí queda todo.
 
Es por  esa debilidad, que se realizan obras e infraestructuras con altísimos presupuestos que no se emplean en su totalidad sin temor a consecuencias e investigación alguna. Cuando por casualidad llega alguna investigación, entonces vemos a muchos dando más brincos que un chivo azuano…
 
Debilidades de nuestras instituciones. Entonces, ¿No pueden ser fortalecidas?
 
Si mis padres y hermanos son asmáticos, ¿Qué impide que yo busque ayuda médica para mejorar mi condición de vida?
 
¿Es acaso un decreto divino que nuestras instituciones sean débiles hasta la eternidad?
 
¿Qué podemos hacer nosotros como pueblo llano, como sociedad civil?
 
¿Cómo se fortalecen nuestras instituciones? ¿Cuáles alternativas tenemos?
 
¿Puede alguien que no sea “experto asesor en Sociología  con Maestría en Altas Políticas” ayudarnos y ofrecer algunas alternativas?
 
No es ocioso recordar, que nuestras instituciones la conforman hombres y mujeres. Seres humanos con sus virtudes y defectos. Pueden haber justos e injustos, honestos y perversos, malos y buenos, responsables e irresponsables, letrados y analfabetos.
 
Ahora bien, ¿Cómo llegan a formar parte de las instituciones? Hay muchos caminos, sendas y senderos. ¡A muchos, los llevamos nosotros con nuestro voto!
 
Entonces, ¿Elegimos nosotros personas débiles? ¿Cómo conocer los débiles?
 
¿”Usted me ve cara de ladrón”? Le preguntó enojado recientemente un alcalde dominicano a un grupo de colegas periodistas.