A diario nos encontramos tanto en la prensa escrita como
televisiva casos que nos llenan de espanto, no por el caso en sí, sino por la
perversidad del mismo. Esto nos indica que la sociedad dominicana tiene que
revisar su política social y diseñar un plan integral que abarque los núcleos
familiares, además de fortalecer los ya existentes. Si no se trabaja en eso,
dentro de 5 o 10 años más, esto estará fuera de control.
La familia es el ente que influye de manera determinante en
la conducta y personalidad del niño, es por excelencia quien debería de
enseñarle a socializar a los niños para que cuando lleguen a la edad adulta,
sean competitivos a la búsqueda de éxito y la productividad. Sin embargo, no
todas las familias cumplen los requisitos para poder ser una familia adecuada,
que logre construir un súper yo ideal en el niño.
La familia dirige los procesos fundamentales del desarrollo
psíquico y la organización de la vida afectiva y emotiva del niño. Ejerce la
primera y más indeleble influencia sobre el niño. El niño forma sus primeras
relaciones objetuales dentro del seno familiar, estructura su personalidad, se
siente protegido y seguro; o bien también puede generar sus angustias y sus
inseguridades.
Trabajar en los núcleos familiares es de suma importancia ya
que en ellos se fortalece los lazos de amor y respeto. Hoy nos toca de frente
la muerte de la niña de 4 años, a manos de tres menores de edad, que a su vez
son víctimas de un sistema que no le ha brindado la oportunidad de un cuidado
adecuado. Yo me pregunto… ¿dónde estaba la madre de la niña y la madre de los
tres menores?, ¿Qué pasó que duraron tanto tiempo si supervisión? Esta son las
preguntas que la sociedad dominicana se hace a raíz de este caso.
La familia, es la unidad estructural de la comunidad, se
considera como la célula social, porque fomenta condiciones favorables para las
interrelaciones psicológicas, espirituales y socio-culturales, que son
fundamentales para la estructuración de los grupos, la sociedad y la nación.
Vamos todos a colaborar con un mejor núcleo familiar, una mejor educación y un
mejor país. Como dijo el poeta Mario Benedetti
"codo a codo somos muchos más que dos".