La parte oscura de la resolución de la Silsarill

Ultima Actualización: viernes, 04 de noviembre de 2016. Por: Luis Henriquez Canela

La resolución evacuada por la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), no deja de tener su parte oscura.

La resolución evacuada por la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), que aprueba incluir como dependientes al régimen contributivo del Seguro Familiar de Salud (SFS) a los hermanos, tíos, sobrinos, abuelos e hijos mayores, no deja de tener su parte oscura.

Independientemente de lo comunicado por Asociación Dominicana de Administradora de Riesgos de Salud (ADARS) de que la resolución atenta contra el sostenimiento del sistema dominicano de seguridad social, aduciendo que no hay una sustentación técnica que la avale, independientemente de eso, la triste resolución es el reflejo de la incapacidad para poner en funcionamiento la ley en todas sus partes.    

Durante el proceso de redacción, discusión y posterior aprobación de la Ley 87-01, se creía que la parte de la Cesantía que acumula el trabajador iba a ser sustituida por el plan de pensiones que traía consigo la misma ley. Resultó que los trabajadores conservan la Cesantía y también cotizan la pensión en la seguridad social. Es una especie de duplicidad para el empleador sobre cuyos hombros descansa una parte de la pensión y la totalidad de la prestación laboral. 

Pero alejándonos de la carga del empleador, consideraciones sobre las que hemos abundado en entregas anteriores, vayámonos a la parte del empleado cotizante. De acuerdo a esa resolución, el empleado, con un salario magro que no le alcanza para vivir con las más mínimas condiciones, debe pagar el seguro de las personas que él, con ese mismo salario de miseria, sostiene.  

El Estado se ha echado a un lado. O por mejor decir, las autoridades de la Silsarill, como salida salomónica a su incapacidad para poner a funcionar los regímenes subsidiado y contributivo subsidiado, han recurrido a una estratagema cuyo costo debe pagarlo el mismo ciudadano, en vez de ser el Estado, tal y como está estipulado en la ley.

Todos esos ciudadanos a los que la ley les da el derecho a tener su seguro de salud por medio de los regímenes contributivo y contributivo subsidiado de la seguridad social, ahora van a tener que pagar. Muchos, la mayoría, son candidatos para optar por uno de esos dos regímenes, sin embargo el sobrino o la sobrina, en caso de los tíos, si los quiere asegurar va tener que buscar dinero de donde no hay. El Estado le sacó la alfombra al trabajador. Le sacó los pies como dicen algunos.

Es una carga más para el que trabaja. Esa inconducta, si así podría llamársele al incumplimiento, es lo que genera la informalidad, la gran informalidad y la disminución paulatina de la clase media en estos países.

He leído a muchos opinando que las ARS no quieren los viejos en sus contratos, sin embargo, también debemos tomar en consideración que la Silsarill le está haciendo una jugarreta a los ciudadanos.

Esa es una de las partes oscuras de la resolución; saca a flote la incapacidad para poner en funcionamiento tanto el régimen contributivo como el contributivo subsidiado.

Son las cosas que pasan aquí. Es parte del mismo populismo trasnochado, que promete una cosa, da otra y ni las leyes que ellos mismos aprueban, las respetan.