Genealogía de la corrupción en República Dominicana

Ultima Actualización: jueves, 09 de noviembre de 2017. Por: Ariel Heredia Ricardo

En el transcurrir de la historia dominicana, varios mandatarios han sido acusados de corrupción, por hechos concretos en sus gobiernos.

En el transcurrir de la historia dominicana, varios mandatarios han sido acusados de corrupción, por hechos concretos en sus gobiernos.

El primer presidente dominicano acusado de corrupción fue Buenaventura Báez, ya que cuando el general Pedro Santana asume el gobierno en el año 1853, realiza una experticia de la administración del ex presidente y al término del proceso, remite un documento al Congreso en el que acusa formalmente a Báez de malversación de los fondos públicos, vía la emisión de dinero inorgánico.

Al presidente Ulises Heureaux (Lilís) se le presentó una crisis económica en el 1892 con una iliquidez tal, que no había dinero para pagar la nómina de  los empleados públicos, pero las finanzas personales de mandatario, se desarrollaban viento en  popa.

Lilís, era inversionista en varios negocios e industrias, entre ellos: una fábrica de jabón, accionista de la fábrica de fideos de Pou Rodríguez, accionista de la Sociedad Mercantil de Hamburgo, de la Samaná Bay Company, de la Sociedad Mercantil de Sánchez, de la West Indian Public Works; esta última  reconstruyó varios muelles, del Banco Nacional de Santo Domingo y de otras empresas.

La Era de Trujillo, no admite un análisis breve, por lo que vamos de manera sencilla y sin adentrarnos en el análisis administrativo de las tres décadas del régimen más corrupto y criminal de América que superó todos los referentes históricos de los tiranos más corruptos de América.

El estilo de Trujillo consistía en comprar todos los bienes inmuebles a precios irrisorios (obligaba las ventas y él fijaba los precios), constituyó compañías de cuantas actividades comerciales existiesen, y era el único proveedor del estado, a tal grado que a la hora de su asesinato las empresas del estado conocidas posteriormente como CORDE, eran de su propiedad.

Es decir, Trujillo era el dueño de un patrimonio  tan enorme que todos los cálculos se quedan cortos.

De igual manera, la Era de Balaguer, muy interesante en esta materia, doce años de corruptelas sin límites. A tal grado, que estando el presidente acorralado por la opinión pública, la sociedad civil y la oposición política, entonces admitió la corrupción imperante en su gobierno, proclamando: “La corrupción se para en la puerta de mi despacho”.

Balaguer nunca negó la existencia de corrupción, sino su participación en ella y esto lo recitaban los oradores políticos en cada mitin como si fuese parte de los Evangelios Apócrifos, que los cristianos conocen pero no están obligados a leer.

El doctor Balaguer llamaba “indelicadezas administrativas”, cada vez que se descubría un robo en su gobierno. A las nuevas generaciones les parecerán anecdóticas estas expresiones. La oposición siempre predicaba como pecado capital que en el gobierno de Balaguer se hicieron trescientos millonarios.

Los gobiernos del PRD, también dejaron sus rastros de corruptelas, muy a pesar de que el país esperaba políticas  de transparencia administrativas, siempre hay funcionarios que traicionan la confianza depositada.

Recuerdo que el PLD publicó en el periódico  Vanguardia del Pueblo No. 316, “El Álbum de la Corrupción”. Que paradójica es la historia de los hombres y los partidos, hoy el país está gobernado por el PLD, que surgió como un referente ético en la política dominicana, y en la actualidad se le cuestiona como la “Era más corrupta de la  historia dominicana”.

Por Ariel Heredia Ricardo.-

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