El anti-doping moral

Ultima Actualización: lunes, 19 de octubre de 2009. Por: Luis Henriquez Canela

El presidente de la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados, Elso Martinez (PLD) considera que su partido no está tomando las medidas de precaución para evitar que personas involucradas en actividades ilícitas sean candidatos para las elecciones del 2010. Afirma que la sociedad está en riesgo por la incursión a los partidos de personas ligadas a actividades ilícitas como el narcotráfico.

Por otro lado, el presidente de la Fundación Bienvenido Seas (que acoge a los dominicanos deportados de distintos países) René Vicioso, considera que una gran parte de los diputados del país no pasan la prueba anti-doping.

 

Todos conocemos las bondades de este tipo de pruebas para determinar quien está compitiendo, trabajando, estudiando o realizando cualquier tipo de actividad bajo el influjo de sustancias prohibidas.

 

Ahora bien, alguien se ha preguntado si sería posible hacer el anti-doping moral. Perece interesante el planteamiento.  Una cuestión lógica para determinar si algún ciudadano esta moralmente dopado seria, por ejemplo, determinar con cierto grado de exactitud cuánto gana, para de ahí establecer cómo vive, cuáles propiedades ha adquirido durante el tiempo que tiene en el puesto.  Ese sería el comienzo.

 

Una medida saludable podría ser que se invierta el fardo de la prueba y quien tenga que demostrar lo que tiene, de donde lo obtuvo, cómo ha logrado tener tantos bienes materiales, sea el propio imputado.  Invertir el fardo de la prueba, la carga que pesa hasta ahora sobre el que acusa, significa que el funcionario debe demostrar con documentos lo que tiene.  

 

Por desgracia, el anti-doping moral no existe. Lo que sí existen son los ojos y oídos de los ciudadanos que observan cómo una persona que no hace tanto andaba en un vehículo destartalado se monta de repente en un jeep de lujo, compra una casa suntuosa en un lugar residencial y alardea de sus teneres.  

 

Tomando como parámetro la inexistencia de la prueba anti-doping moral encontramos la respuesta de por qué hay tantos aspirantes a senadores, diputados y regidores.  Todos quieren encumbrarse en la rueda de la fortuna.  Cualquiera podría pensar que este es el mejor país del mundo que tantos ciudadanos quieren servirle a la comunidad. Tanta gente buena, con tan buenas intenciones no aparecen juntas en ningún país del mundo.

 

¿Por qué será que quieren esos puestos?

 

Las urnas de votación deben convertirse en espacios de reflexión para que cada ciudadano haga una prueba de anti-doping moral a los aspirantes.