Eran otros Tiempos

Ultima Actualización: jueves, 19 de septiembre de 2019. Por: Ramiro Francisco

Algunos ostentaban nombres llamativos. El Hoyito, La Chancleta, El Temblor, El Polvorín, El Feo, El Bombillo Rojo, Barra Pando... ¡Ay!

Ahora, cuando debía escribir sobre el juicio a los supuestos encartados de Odebrecht. Ahora, cuando se acercan las primarias y hay un fuego ardiente que si no lo controlan se llevará árboles flores y frutos, preferimos escribir de bachatas, de boleros viejos, de bailadores de son y guarachas, de lugares de cueros, prostitutas y de esas cosas…

Me deleito un mundo con los amigos que en las redes sociales escriben, comentan y dan a conocer situaciones, nombres y lugares que el paso del tiempo, que a veces borra y sepulta en el olvido,  también revela, aclara y pone al descubierto historias jamás contadas.

Decenas de nombres de “cabareses o carrandales de mala muerte” salen a flote, para el buen o mal recuerdo de quienes tuvieron la suerte de visitarles.

Porque según los más viejos, existían donde se bailaba, se tomaban tragos y a su vez, tenían “nidos de palomas” en una segunda planta o en el fondo del patio y eran los llamados completos.

Otros no tenían nidos. Por lo tanto, había que salir hasta encontrarlos y que no estuvieran ocupados.

Algunos ostentaban nombres llamativos. El Hoyito, La Chancleta, El Temblor, El Polvorín, El Feo, El Bombillo Rojo, Barra Pando… ¡Ay!

Nos cuentan, que era muy raro en esos carrandales escuchar canciones de José Mojica, Pedro Vargas, Juan Arbizu, Eduardo Brito, Ivonne Haza, Carusso, y otros de esa “línea”.

Sí era común disfrutar canciones en las voces de Los Panchos, Jibarito de Lares, Rolando La Serie, Mélida Rodriguez, Blanca Iris Villafañe, Daniel Santos, Celia Cruz, Tito Rodriguez, Gilberto Monroig, Luis Segura, José Manuel Calderón, Guandulito, Trio Reynoso, Vicentico Valdez, Los Matamoros, Los Ahijados, Típico Cibaeño, Paquitín Soto, Julio Jaramillo, Fabio Sanabia, Panchito Riset, Blanca Rosa Gil, Toña La Negra, Fernando Valadez, Hermanos Martinez Gil, Los Tecolines... otros muchos.

¿Quiénes eran los clientes de esos lupanares? Generalmente obreros, guardias, marinos y policías.

Carpinteros, albañiles, varilleros, obreros del muelle (agremiaos) y de otros sindicatos. Si se tiene presente, la gran cantidad de almacenes y fábricas existentes entonces, nos daremos cuenta el por qué de nuestra afirmación.

Además, nos dicen y leemos, que eran muchos los marinos mercantes y de embarcaciones veleras que pisaban nuestro puerto. La cantidad de bares era enorme!

Era por así decirlo, una gran industria. Desde el limpiabotas o lustrador de zapatos, hasta quien teñía el pelo, la modista, el sastre, la que pasaba el peine para alisar las greñas, quien hacía los “mandados”, los dueños de pensiones y nidos, las tiendas, los colmados, las compraventas…todos de alguna manera se beneficiaban de las “putas, chulos, maipiolos y clientes”.

En las pistas de baile de aquellos “suburbios”, eran vistos buenos bailadores de son, guarachas y merengues. Hombres y mujeres. Jóvenes y no tanto…

Omitimos sus nombres, no vayan a quedarse los mejores. Ya el lector podrá hacerlo, si desea.

En cuanto a la seguridad, con todo y que la vida nocturna de aquella Puerto Plata era muy activa, no ocurrían atracos o asaltos tan a menudo y la gente no sentía temor de andar en la calle, aún a altas horas de la madrugada.

¡Por supuesto, eran otros tiempos!

ramiro_francisco@yahoo.com