General Gregorio Luperón: Una pincelada a su trayectoria (6)

Ultima Actualización: viernes, 20 de septiembre de 2019. Por: juan ventura

Luperón no fue un intelectual y mucho menos un gran escritor. Pero alcanzó su estatura heroica en los campos de batallas y fue un gran jefe de la guerra popular.

El héroe puertoplateño se defendió de tal acusación a través de una carta publicada en El Porvenir de Puerto Plata, de fecha 8 de enero de 1885, en donde dice: “…declaro una y mil veces, que nunca, en ningún tiempo ni en ninguna circunstancia, ningún Gobierno me ha inferido el ultraje de ofrecerme, ni menos de regalarme dinero, ni tampoco he cometido la vileza de pedirlo y mucho menos la bajeza de aceptarlo. Hace treinta y cinco años que cubro todas mis necesidades con mi trabajo, y jamás le he pedido a ningún Gobierno el pago de ningún servicio.

“Lo poco que he hecho en mi país en 24 años de servicio, no tiene ningún mérito, y la patria por ellos nada me debe. Al contrario, yo soy el que le debo a ella mis servicios, mis bienes y mi vida, cuando ella tenga la necesidad de sus hijos.

“Declaro igualmente que desterrado he vivido varias veces en Islas Turcas, donde tenemos muy estimables amigos; que nunca ningún inglés me ha mantenido; que jamás le he debido a ninguno ni siquiera un cuartillo de sal”. (28)

Combatió las distintas dictaduras dominicanas, incluyendo la de su ex discípulo Ulises Heureaux y se vio en la incómoda necesidad de tener que refugiarse en el exilio como forma de evitar morir a manos del tirano Lilís, en 1888.

Se dedicó a la carrera de las armas, trabajos agrícolas, el comercio,  y las actividades políticas.

Fruto de su lectura llegó a adquirir una mínima cultura. Escribió los libros: “Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos”, en tres tomos; “Un recuerdo a los dominicanos”; “El Destierro”; “Colón, Contestación a La Bandera Española” y otros. Publicó artículos en los periódicos puertoplateños: El PorvenirLas Dos Antillas, así como en el periódico de Santo domingo: El Nacional. Muchos de estos artículos fueron recogidos en el libro intitulado: “Escritos de Luperón, del licenciado Emilio Rodríguez Demorizi. (29)

Fue un amante de la cultura y un ferviente propulsor de ésta y la educación. Ayudó a fundar instituciones culturales educativas, logias, etc.

Luperón no fue un intelectual y mucho menos un gran escritor. Pero alcanzó su estatura heroica en los campos de batallas y fue un gran jefe de la guerra popular. 

El acucioso investigador histórico y actual director del Archivo General de la Nación, doctor Roberto Cassá ha dicho al respecto: “Algunos de los ingredientes que definieron su personalidad no dejaron de tener una faceta bizarra. Tuvo en su haber un nivel cultural más elevado que el corriente en su medio, preocupado por adquirir conocimientos generales de historia universal. Pero su expresión oral era casi la de un campesino, en contraste con la posición económica que llegó a detentar y que reveladoramente, no siempre se tradujo en la esfera social. Esto explica que no lograse pleno dominio de la pluma, aunque no era un inculto. Pese a tener nociones elaboradas acerca de los problemas, no llegó a situarse exactamente en el estamento de la intelectualidad. En efecto, antes de sus memorias, su producción escritas se limito, en lo fundamental, a manifiestos y cartas o mensajes gubernamentales, fuese como ministro, presidente o jefe de partido.

“De todas maneras, los juicios de Luperón tienen amplia presencia en la evaluación posterior de los procesos en que estuvo, lo que puede atribuirse a su aguda conciencia histórica, no ajena a su superioridad moral y política en el entorno de guerreros liberales. Ningún otro militar logró colocarse en un terreno doctrinario, excepción hecha de algún que otro intelectual o político que accedió al grado de general”. (30)

En sus Notas autobiográficas y apuntes históricos, recoge documentos y aporta una gran cantidad de informaciones valiosas sobre sus actuaciones en el devenir de su vida y de la sociedad en que le tocó vivir.

El académico, historiador y profesor Emilio Cordero Michel lo ha calificado, así: ”Luperón, además de haber sido un exitoso guerrero, fue también un gran antillanista que vislumbró, antes que los puertorriqueños Ramón Emeterio Betances y Eugenio María de Hostos y del cubano José Martí, que las antillas solamente podrían evitar ser dominadas por los Estados Unidos de América mediante la integración política dentro de una amplia confederación insular. Fue precursor del panantillanismo y el primer antiimperialista antillano, así como uno de los ideólogos y organizadores del Partido Azul, grupo que encarnó el nacionalismo y el liberalismo de los sectores sociales dominicanos más avanzados del siglo XIX”. (31)

Luperón fue siempre un gran admirador de Juan Pablo Duarte y en sus Notas Autobiográficas y apuntes históricos lo recuerda, así: “… el ilustre iniciador de la creación de la República en el año 1844”. (32)

Danilo de los Santos ha expresado: “Como arquetipo excepcional, Gregorio Luperón es una prolongación de Duarte con quien coincide hasta para sacrificar sus bienes y a los suyos, asumiendo inclusive el ostracismo cuando en determinadas circunstancias, su presencia no cabe en el país… ”. (33)

Notas

28. Notas autobiográficas y apuntes históricos, tomo III. Santo Domingo, Editora Santo Domingo, 1974, página 175 (Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc.).

29. Emilio Rodríguez Demorizi. Escritos de Luperon. Ciudad Trujillo, Imprenta  de J. R. Vda. García Sucesores, 1941.

30. “La épica trágica”. Ecos, año 5 (1997), No. 6, páginas 91—92.

31. Emilio Cordero Michel. Ibim, páginas 48 y 49.

32. Gregorio Luperón. Notas Autobiográficas,  tomo I, página 209.

33. Luperón: vivo y vigente, contenido en el libro Gregorio Luperón, un modelo para la juventud. Santo Domingo, Editora Manatí, 2000, página 33. (Sociedad Cultural Renovación, de Puerto Plata).


Fuente https://acento.com.do