Cualquier ser humano con sensibilidad, al iniciar un nuevo aporte de comunicación tras el paso por nuestro país de un simple fenómeno natural como Isaías que no sólo ha puesto de manifiesto y evidenciado una vez más nuestros niveles de extremada pobreza y el peligro a que están sometidos quienes la padecen, por el nivel de vulnerabilidad de los lugares en que tienen que vivir, sino, que reafirma las intenciones engañosas y mal intencionadas de los vividores de la política en nuestros días en tiempos de campaña; no puede perder de vista la trayectoria de aquellos hombres de la Comunicación, como fueron: Rafael Herrera, Radhamés Gómez Pepín y Rafael Molina Morillo.
Estos, a pesar de no haber tenido la oportunidad de asistir a una escuela de Comunicación Social, nunca les hizo falta por su firmeza ética mostrada al momento de asumir y fijar posiciones durante su ejercicio de larga data y prestigio.
Sus valores, principios y compromiso con la sociedad eran tal, y tan claros, que aún viviendo una de las épocas más difíciles entre acosos y persecución para su clase, esto nunca fue excusa al momento de representar su rol de equilibrio entre el pueblo y el Poder Político, que en ese momento explotaba al máximo los beneficios, privilegios e impudidad que brinda en nuestras sociedades el manejo de los recursos del Estado.
Tenemos que reflexionar, ante la falta de prevención y responsabilidad de las autoridades correspondientes que de manera complaciente permiten los asentamientos humanos en lugares inapropiados y peligrosos.
Hoy que es el aniversario 131 y 68 respectivamente, de dos medios que fueron referentes de la Comunicación Nacional, Listín Diario y Radio Televisión Dominicana hoy Corporación Estatal de Radio y Televisión (CERTV); no menos importante es analizar las razones por las que, en un país tan pequeño con tantos medios y espacios de cominicación, de igual manera comunicadores sociales no se hacen trabajos de investigación, denuncias y prevención para alertar posibles tragedias; mas cuando éstas suceden se toman días, semanas y meses resaltando las mismas.
Jamás olvidaremos el intérvalo de tiempo entre los días 25 y el 31 de agosto del año 1979, hace 41 años aproximadamente, donde la falta de información fue determinante para que, lo que inició como una inofensiva depresión tropical el último día de ese mismo mes nos sorprendiera desprevenidos y nos golpeara como huracan de categoría 5, me refiero al más mortífero de todos los Huracanes que nos ha tocado vivir, David.
Hay que reseñar que en los últimos 20 años, nuestro país ha tenido que soportar el paso por su territorio de al menos 20 huracanes que han dejado muerte y destrucción sin que todo ese tiempo haya sido suficiente para concienciar a nuestros políticos y autoridades, ante la apatía de la sociedad civil; que son ellos como planificadores del bienestar de muestra nación los que deben delinear un plan estratégico para ir eliminando la marginalidad, y propiciar un nivel de vida más promisorio, digno y humano a nuestros ciudadanos.
Es triste pensar que nuestros políticos nacionales, regionales, provinciales y municipales recorren la geografía Dominicana cada cuatro años en búsqueda del voto para acceder a la administración y manejo de los diferentes poderes del Estado; durante ese recorrido observan las condiciones y necesidades de todos los sectores pero pasadas las elecciones todo lo que vieron lo borran hasta que vencido su mandato, regresan a lo mismo.
De igual manera hay que resaltar que la población no se da cuenta o se hace de la vista gorda ante esa situación.
Es imperdonable y difícil de creer, que hace apenas días veíamos la clase política de nuestro país visitando a esos mismos sectores que hoy están en serias dificultades como consecuencias del paso de la Tormenta Isaías entregando alimentos, fumigando, construyendo viviendas y hasta trasladando personas de un país a otro, y que hoy que verdaderamente los necesitan no salgan ni siquiera a enfrentar la situación.
Cuando miramos el impacto de este fenómeno en nuestro territorio, muy especialmente en Hato Mayor, los sectores que están dentro del perímetro de los Ríos Isabela y Ozama, Río Yaque, Camú, San Marcos entre otros; al igual que la situación que se presenta en determinadas épocas del año y que son recurrentes en los sectores bajos de los municipios de nuestras provincias; debemos preguntarnos: "qué estamos haciendo como sociedad para que eso y otras situaciones no menos vergonzosas cambien de verdad"?
En los actuales momentos, están dadas las condiciones para que con una actitud responsable y de compromiso empecemos a crear un entorno de concienciación dónde los políticos, los que manejan el poder y los que lideran la oposición, conjuntamente con la Sociedad Civil entendamos que cambiar no es quitar el salario que se le paga a una persona para dárselo a otra.
Generar cambio es, además de cambiar nuestra actitud y mentalidad, hacer que se creen los Sistemas funcionales de: Educación, Salud Pública, Justicia, Planes Sociales reales, Viviendas dignas y una plataforma Económica donde los políticos irresponsables no se burlen de la miseria de las personas que ellos hacen más vulnerables para su posterior beneficio.
El paso por el territorio nacional de este, fenómeno natural, abre la oportunidad a la clase comunicacional en República Dominicana para que sea parte del cambio, no formando grupos o red de comunicadores en defensa de las acciones buenas o malas de los gobernantes o de los opositores, sino, asumiendo su rol de ser el equilibrio entre la clase política, sobre todo la que controla el Poder y la Sociedad.
Para construir una mejor sociedad hay que accionar, y para lograr eso "denunciar y cuestionar los males que afectan a la colectividad es a los miembros de la Prensa, como perseguir el delito es al Ministerio Público!!
ROQUE J. DE LEÓN B. (MAE)
DIPLOMADO EN COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL
MIEMBRO DEL: SNTP Y SINLOPP