Entre Cambio y ser Servidor Público!

Ultima Actualización: domingo, 30 de agosto de 2020. Por: Roque de León B

Por: Roque J. de León B.

Indefectiblemente que las sociedades que han avanzado y asumido el liderazgo a nivel del mundo son aquellas que con frecuencia originan diferentes tipos de transformaciones, que combinadas con el servicio ético y responsable generan bienestar para todo el colectivo.

Hoy estamos llamados a enfocar el Cambio Político en nuestro débil "Sistema Democrático" como instrumento del pueblo, para sustituir un gabinete por otro, tras la búsqueda de servidores públicos electos o nombrados con verdadera vocación; para plantear y comprometerse en hacer eficientes las instituciones responsables de brindar los servicios básicos para mejorar la calidad del nivel de vida de los habitantes de República Dominicana. Hasta ahora, eso no ha sido posible a pesar de los tantos cambios de gobierno.

Desde el año 1844 hasta el 2020 sesentiseis personas han gobernado nuestro país, iniciando en el mes de noviembre del primer año indicado con la investidura de Pedro Santana impuesto por una Junta Central Gubernativa, y el actual, Luís Abinader miembro del Partido Revolucionario Moderno investido el 16 de agosto de este año seleccionado a través del voto popular. Todos han asumido el poder con la promesa de mejorar: la justicia social, educación, salud, vivienda, mejor distribución de la riqueza para combatir la pobreza y sobre todo, justicia independiente para combatir el flagelo de la corrupción pasada y presente que tanto daño nos ha hecho y nos hace, hasta ahora esas promesas son y siguen siendo una burla degradante para la sociedad.

Cada gobernante al que se le ha confiado la administración de los bienes del Estado ha sido acompañado de un equipo de hombres y mujeres de su entera confianza, incluidos familiares del entorno muy íntimo de éste, los que deberían presentar la declaración jurada de sus bienes al momennto de asumir y abandonar los cargos como Servidores Públicos; como forma de confirmar el origen de sus fortunas antes y después, cosa que de igual manera puede ser confirmada con facilidad y certeza vía los impuestos declarados y pagados a "La Dirección General De Impuestos Internos (DGII)", si de verdad existiera una real intención.

El irrespeto e incumplimiento a cada una de las promesas fallidas mencionadas en párrafos anteriores, incluidas las declaraciones juradas por parte de los "Servidores Públicos" no sólo ha desacreditado la estructura de los Partidos Políticos como eje sustentador de nuestro deteriorado "Sistema Democrático"; sino que al momento de abandonar la administración pública cada grupo es declarado por sus sucesores como vulgares ladrones apandillados del Poder político. Con eso tenemos que acabar porque por lo que se ve, no sólo son denuncias.

 

Hoy como siempre sabemos y conocemos que dentro de esos grupos apandillados figuran individuos que deben formar parte del equilibrio entre sociedad y Estado porque a cualquier hora del día sustentados, por el dinero del pueblo, aparecen supuestamente "informando", mientras por otro lado cobran jugosas sumas de dinero como miembros del "Consejo de Directores" de instuticiones vitales en el sostenimiento de nuestro sistema económico.  Mientras otros y otras figuran en más de una nómina Pública. Que vergüenza y asco a la vez!!

Con esto no quiero decir que los dominicanos en sentido general, no tengan derecho a brindar un servicio digno al Estado y por ello cobrar; pero figurar en una o más nóminas del gobierno sin justificarlo tiene un nombre, es robar, sin importar quién lo haga.

Como sociedad tenemos que aprender a diferenciar quién o quienes "informan o desinforman" en determinados momentos, dependiendo de los intereses Político-Economicos que representan y el nivel de falta de ética que los revista.

Aún la publicidad como se ha estado colocando y pagando representa una vía de corrupción aterradora que ha hecho millonarios a medios de comunicación, espacios y comunicadores que se forman para ponerlos al servicio del grupo político enquistado en el poder, desde donde se manipula la Opinión Pública. 

Eso tiene que terminar, los administradores de los bienes públicos y sus instituciones están destinados a servir a sus representados, y a menos que sean campañas educativas no tienen por qué publicitar sus actividades, máxime cuando está claro que el espectro de la comunicación es propiedad del Estado y las informaciones de "Interés Público" deben ser difundidas de forma gratuita y obligatoria.

Nos llama poderosamente la atención, que la Presidenta del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), Lic. Mercedes Castillo, conocedora de esas y otras situaciones lejos de  cuestionarlas, solicita que la publicidad del Estado sea democratizada.  Estoy reiterando que los comunicadores deben ser el justo equilibrio entre la sociedad y sus gobernantes, si eso no se cumple viviremos en un permanente estado de desorden y de desinformación donde los que dejan de ser beneficiados bombardean a las autoridades entrantes y los nuevos beneficiarios le responderán. La eliminación de esa aberración debe ser parte del cambio.

 

Tenemos que lograr hacer que cambie la acostumbrada y repetida mala práctica, de que siempre que hay un cambio o transición de mando, los integrantes del equipo de gobierno entrante se distraen así mismos y a sus gobernados con denuncias de todo tipo de los supuestos actos de corrupción y robos cometidos por sus antecesores, pero nunca se recuperan los bienes sustraídos ni son apresados y juzgados de manera seria los señalados como responsables de esos actos.  El que administra el poder público no está para denunciar, investiga, muestra pruebas,  somete a la justicia y da seguimiento; es lo que está esperando la parte sana del pueblo que se la jugó asistiendo a votar en medio de una peligrosa pandemia.

Debe tener claro El Partido Revolucionario Moderno y el gobierno que encabezan los Licdos. Luís Abinader y Raquel Peña, que su misión principal no es buscar empleos a los futuros servidores públicos del país ni complacer a los insaciables y mal llamados inversionistas nacionales y extranjeros; ellos tienen la responsabilidad de restaurar la confianza de este abusado pueblo en nuestro imperfecto sistema de partidos.

Es necesario entender, que si no se logra ese objetivo estamos asistiendo a sepultar el sistema vigente. El liderazgo comprometido con lo mejor de nuestra Nación, estará obligado a marcar el camino a seguir. 

De todos es conocido que ninguno de los partidos existentes en República Dominicana, cuenta con una militancia capaz de alcanzar un porcentaje significativo para acceder al manejo del poder.  Se dan circunstancias e insatisfacciones que son canalizadas por la mayoría de la población común y las Instituciones de la Sociedad Civil a través de la agrupación que compite con mejores posibilidades para capitalizarlas y desplazar a sus oponentes que administran el Estado en ese momento.

Es lo que sucedió en las elecciones recientes pasadas, y es bueno tenerlo presente para no cometer los mismos errores y producir los cambios fundamentales que todos estamos esperando.

ROQUE J. DE LEÓN B. (MAE)

DIPLOMADO EN COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL

MIEMBRO DEL: SNTP Y SINLOPP