Hemos sentido un leve incremento en el número de casos enfermos, y de igual manera, en la cantidad de pacientes hospitalizados, junto a más fallecimientos que los esperados y deseados.

También reconfirmamos el hecho de que los fallecimientos tienen un "denominador comun": la tardanza en procurar asistencia medica, y por lo tanto el retraso en iniciar el tratamiento tempranamente, como hemos propuesto por todos los medios posibles. En especial en los enfermos con comorbilidades muy bien definidas como son la Obesidad, la Diabetes, la Insuficiencia Renal (dialisis) y los enfermos con cardiopatias.

Esos son los grupos de mayor riesgo de mortalidad, y por lo tanto, los que debemos atender DE INMEDIATO APARECEN LOS SINTOMAS PRIMARIOS, aún antes de tener una prueba PCR detectada positiva.

Esto no se va a acabar por ahora; pero sí podemos apostar a una baja tasa de mortalidad. Esto se logra básicamente con el diagnostico y tratamiento antiviral temprano del COVID-19.

Luchemos por eso.