Independientemente de las consideraciones, en cuanto al fondo que tengan los políticos y sus seguidores sobre las denuncias hechas por la plataforma Somos Pueblo, la forma en que esos dos ciudadanos han optado para denunciar, es digna de ser destacada.

Ricardo Ripoll y Eduardo Sánchez Tolentino (El Piro), han emprendido una forma novedosa de comunicación. El ciberespacio es “ancho y ajeno”, tomándole la frase prestada al escritor peruano Ciro Alegría. Y es de ahí, de ese fondo común, de esa colosal base de datos, donde ellos substraen todo tipo de informaciones para darlas a conocer al público.

Ningún otro programa, ni en televisión ni en las redes sociales, ha desarrollado de manera fehaciente la denuncia instantánea, tal y como ellos lo hacen. El único precedente, que yo sepa, es una breve sección del Show del Mediodía en la cual utilizan las redes sociales para dar a conocer situaciones de diversos tipos.

Somos Pueblo es otra cosa, es una forma de comunicación exótica, rara, original. No hay libretos, no hay poses, todo es “en vivo”. Navegan dando tumbos en las redes sociales buscando informaciones de todo tipo para desenmascarar desatinos y lo hacen muy bien. El mérito que ellos tienen es que han sido los primeros en desarrollar un tipo de comunicación sin libreto, ya que en principio solo se limitan a informar que van a investigar sobre tal institución o persona y a partir de ahí comienzan a navegar en las anchurosas aguas del espacio virtual. Dan en el clavo.

¿Qué les ha facilitado el camino? La ley núm. 200-04 de Libre Acceso a la Información Pública, la cual establece como un deber del Estado “brindar la información que esta ley establece con carácter obligatorio y de disponibilidad y actualización permanente y las informaciones que fueran requeridas en forma especial por los interesados”. También, el desarrollo de las redes sociales que imposibilitan la mordaza y el monopolio en cuanto a la información, que en el pasado tenían los medios tradicionales.

Hemos avanzado, de eso no hay dudas.

Y aunque les duela a muchos, lo de Somos Pueblo es un verdadero emprendimiento. Usted puede decir lo que quiera para desacreditar a esos dos señores, pero el descubrimiento de los rastros dejados por los desfalcadores del Estado dados a conocer de esa forma, permiten al ciudadano darse cuenta de quienes son los verdaderos ladrones y cómo se dilapida el dinero de un país pobre y endeudado.

Lo de Ricardo y el Piro, no es ficción, es realidad. ¡Que no se callen nunca!