Opinión 26022021
Industria y Comercio
La subida semanal del precio de los combustibles ha puesto al ministro Ito Bisonó entre la espada y la pared. Y es que la fórmula explicada hasta la saciedad en campaña ha resultado ser un fiasco.
Contrario a las fórmulas matemáticas que traen resultados ciertos y comprobables, la de Ito ha devenido en una especie de argumentación fantasiosa para captar adeptos.
De que le dio buenos resultados no hay dudas, pero resultados políticos, no ciertos y comprobables como los matemáticos.
Ahora, cada viernes, se enfrenta una especie de caricaturesca decepción generalizada.