Ella Nunca Fue de Nadie

Ultima Actualización: sábado, 07 de agosto de 2021. Por: Artículo Invitado

Por Lucia Caraballo, MA

Ella nunca fue de nadie, pero se entregó a todos.   Aunque algunos por su cercanía entendían que ella les pertenecía, lo puedo decir, a pesar de que compartimos poco tiempo de manera directa, me atrevo a afirmar que nunca la escuché expresar preferencia por ninguno de los que solicitaban sus servicios.

 

Sé que sin quejarse y sin decir que no por cuenta propia, siempre prodigó a todos sus favores en igualdad de condiciones, pues, a fin de cuentas, todos, de alguna manera pagaban por sus servicios.

 

Ella llego a Santiago finalizando la década del 80, cuando su color, la estructura de su figura estaba de moda.  Era elegante, una cosa exuberante y todos querían ser vistos junto a ella, pues al pasar todos volteaban a mirarla, y eso les aportaba estatus a sus acompañantes.

 

Su capacidad para recibir a todos sin distinción, llevó a que muchos solicitaran sus mercedes, que por lo general eran concedidas, esto la hizo merecedora de un cariño y agradecimiento que después de tantos años es justo contarlas para que sean conocidas sus hazañas sin faltar nunca al respeto que consiguió de quienes recibieron sus servicios, según los cuales era muy buena en su trabajo.

 

Eso sí, ella nunca dijo no, pero quienes requerían de sus favores debían separar fecha con tiempo de antelación, de este modo eran evadidos conflictos de intereses y se evitaba que los usuarios coincidieran en días y horas, pues situaciones de esta naturaleza causarían escenarios desagradables que acabarían dañando su reputación, hecho que había conseguido a pulso de buen trabajo.

 

Sí, es cierto que recorrió casi todo el país, siempre con grupo de personas que la movían de un lado para otro, viajes a Santo Domingo una o dos veces a la semana, viajes a la playa, al teleférico de Puerto Plata, a la finca del CURSA en Jacagua, a unos que otros ríos, al monumento de Santiago.  ella recorría toda la ciudad, sin importar horarios. Sí que tuvo una vida ocupada, al punto de que algunos sin reparos murmuraban que no para un pie y tal vez tenían razón, Pues esa era su vida, ese su destino. Satisfacer las necesidades de otros.

 

Después de un largo periodo prestando servicios sin ninguna ayuda, su cuerpo empezó a deteriorarse, el paso del tiempo, una vida de continuo uso, de ir y venir, de soportar tanto peso en su organismo, la inclemencia de la naturaleza, dio al traste con el deterioro progresivo de su estructura.  Aquellos que tanto la usaron en su juventud, que la sacaban para todos lados y hasta se tomaban fotografías junto a ella, después empezaron a verle defectos, ya no estaba a la moda, con los años su color se había vuelto opaco. Había perdido brillo. sus antiguos usuarios preferían a la recién llegada.

 

 

Ahora, ya vieja pasó de ser la preferida de todos, la que ofrecía servicio sin importar día, hora o lugar, a ser una opción posible cuando la nueva adquisición tuviese la agenda llena.  De esa forma ella fue quedando rezagada, solo aquellos que también son de su misma época comentan en algunos momentos de nostalgia, sobre el esplendor de aquellos días en los que ella cual llanero solitario ofrecía sus bondades, cubriendo las necesidades de todos.

 

La Toyota Hilux modelo 1987, rojo vino del CURSA, primer vehículo oficial del ahora Recinto UASD Santiago.  Por cerca de 30 años fue la responsable de recorrer centenares de millas cargada de estudiantes, profesores y empleados que convivieron en un mismo escenario interpretando distintos papeles, siempre con un elemento común.  La alegría de andar tras un sueño en gestación.

 

La guagua roja del CURSA ahora descansa bajo la sombra de un novel flamboyán plantado en el jardín del edificio de laboratorios. Aquel es ahora su compañero de vida, sus sombras la guarecen, la mantienen fresca.   No es difícil imaginar que ante la juventud del noble árbol vea pasar los días contándole las aventuras vividas por aquellos años cuando ella y el querido Francisco Filpo, su conductor, eran como Sancho y Don Quijote galopando de un lado para otro.

 

 

Este artículo es dedicado al maestro Carlos Sosa, ex director del CURSA, gracias por ser tan humano.

 

 

Pie de foto

Foto 1 Vista en primer plano de Toyota Hilux modelo 1987.

Foto 2 y 3 distintos ángulos de la guagua roja del CURSA-UASD.

 

La autora es maestra de historia

En la UASD.

Agosto 06, 2021.