¡La Familia el Motor de la Sociedad!!

Ultima Actualización: lunes, 15 de noviembre de 2021. Por: Roque de León B

Ese núcleo en la antigüedad era encabezado por el padre y la madre que procreaban a los hijos, el primero les transmitía educación integral y la segunda, a través de libros les enseñaba a referirse a su progenitor.

La familia es el nucleo formado por individios relacionados por el matrimonio o cualquier otro modelo de unión conocido, donde se crean los lazos sanguíneos; es responsable de educar y formar en valores morales y espirituales los hombres y mujeres capaces de motorizar el crecimiento y desarrollo de manera sana de las instituciones que garanticen la permanencia próspera y equilibrada de la humanidad.

 

Ese núcleo en la antigüedad era encabezado por el padre y la madre que procreaban a los hijos, el primero les transmitía educación integral y la segunda, a través de libros les enseñaba a referirse a su progenitor como "él o mi señor" en señal de respeto o reconocimiento de su lugar en la familia. Estaba establecido que la educación era tarea de ambos, aunque los maestros enseñaban "la antigua palabra o palabra de los sabios".

 

No hay dudas de que la base de la educación era la disciplina, el padre tenía el deber de instruir sobre los valores, el eterno agradecimiento a quienes lo traen al mundo y el respeto a los mayores; mientras que la madre inducía a las hijas hacia las formas adecuadas de hablar, de caminar, de mirar y de arreglarse.

 

 Podemos observar que esa forma de criar a los hijos prevaleció en nuestro entorno hasta hace dos generaciones atrás aproximadamente y se fue perdiendo en la medida que se destruía el modelo de familia nuclear, a la vez que se incrementó la "Descomposición Social".

 

Bajo ese esquema fue floreciendo la familia "monoparental" (hijos y uno de los cabezas de familia) por lo regular la madre, y otros modelos que ya son reconocidos en algunos lugares del planeta.

 

A esto tenemos que adicionar los efectos de la "Bioingeniería", que después de muchos años de experimentos, se concretizó como respuesta a la necesidad que se creó por la unión como pareja en el género humano de individuos del mismo sexo y que sintieron el deseo de tener hijos.

 

Las familias han pagado en diferentes épocas hasta con sangre de sus hijos los errores por intereses no conciliados de las cúpulas religioso-politícas, pasando por: las Cruzadas, el Luteranismo, las Monarquías, el asalto a América por parte de los españoles, las Invasiones de los más poderosos a los que menos pueden defenderse, las Dictaduras, las imposiciones de los Congresos como es el caso de las Tres Causales en nuestro país y más recientemente, la inclusión en el Código Penal de la negativa a los padres de disciplinar a sus vástagos aún sin la necesidad de violencia.

 

El deseo de poder desmedido reflejado en todas esas acciones en tiempos distintos, el accionar anti-ético y alejado del marco legal de las personas que tienen la responsabilidad de guiar los diferentes procesos en nuestras colectividades, además de la creación de una necesidad de consumo desmedido alejan al soporte No.1 de la sociedad, cada día más de su misión fundamental.

 

Esos ejes son parte de los principales elementos que arropan a nuestras sociedades: de familias disfuncionales que son cunas de la violencia intrafamiliar, de padres que violan a sus hijas, de padres que no tienen control de sus hijos y estos se pierden entre los vicios y la delincuencia, de menores que delinquen trayendo al mundo futuros delincuentes, de instituciones que con su infuncionalidad motivan todo lo anterior en detrimento de la sana convivencia.

 

Las familias, aún buenas y confiables, tenemos que aunar esfuerzos con las autoridades que entiendan cuál es su responsabilidad social para que con los Recursos Humanos que aportamos, los Recursos Naturales que poseemos y los impuestos que pagamos, motoricemos proyectos en las áreas de: educación, salud pública, viviendas, alimentación, económico-políticos con los que pongamos en práctica el poder que nos confiere nuestra Constitucción, de ser soberanos para construir las Instituciones y el País que necesitamos y merecemos; donde la equidad y el equilibrio hagan florecer el amor al igual que el calor humano.

 

ROQUE J. DE LEÓN B.

DIPLOMADO EN TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL

MIEMBRO DEL: SNTP Y EL SINLOPP