Educación, Formación y Vocación: ¡Interesante Fórmula...!!

Ultima Actualización: jueves, 27 de enero de 2022. Por: Roque de León B

En el pasado esta tarea era mucho más fácil y efectiva porque existía una comunidad educativa donde cada integrante conocía su papel y eso generaba respeto y cohesión.

La educación y formación son dos términos que en la práctica están integrados en la búsqueda del desarrollo de los individuos desde muy temprana edad, mientras que la vocación debería ser una condición indispensable para quienes asumen la responsabilidad de formar a terceros.

 

La educación es la trasmisión de valores éticos y morales al igual que normas y principios para vivir de forma ordenada en sociedad, su aprendizaje se inicia en la familia, asímismo la formación es la enseñanza de técnicas y conocimientos que inducen a las personas a seleccionar su estilo de vida; quienes se convierten en formadores deberían tenerlo como vocación, sentir amor y plenitud al hacerlo.

 

En el pasado esta tarea era mucho más fácil y efectiva porque existía una comunidad educativa donde cada integrante conocía su papel y eso generaba respeto y cohesión.

 

En la actualidad hay elementos que prácticamente han desaparecido de ese importante órgano en las escuelas, es innegable que la familia en un gran porcentaje por su desintegración se ha desentendido de su responsabilidad en el proceso enseñanza-aprendizaje; lo mismo pasa con los profesores que tienen su profesión como un modo de supervivencia y no como una vocación, los alumnos por la misma descomposición en las familias poco les importa su crecimiento; los ex-alumnos nos olvidamos que debemos aportar parte de nuestros aprendizajes y experiencias de igual manera, los vecinos ni se enteran que en su entorno hay un centro de formación y desarrollo de los individuos que deberían ser el motor del progreso de su comunidad.

 

En mi época sentíamos aprender de los conserjes y de los porteros a la vez que estábamos bien cuidados y protegidos, bastaría mencionar a: Don Mallía y sus compañeros en la Escuela Antera Mota; en el Liceo Gregorio Urbano Gilbert (Plan Reforma) a: Don Segundo, José, el Moreno, las señoras Casilla y Confe, entre otros.

 

Debemos reformar el Sistema Educativo en todos sus niveles, el objetivo principal debe ser adecuar el equipo docente y actualizar el currículum para que su contenido sea reorientado a motivar a los niños, adolescentes y jóvenes a pensar, desarrollar la imaginación y ser creativos a través de la lectura, paneles y tertulias educativas.

 

Esa acción nos conducirá a una ciudadanía crítica, participativa, comprometida y con una visión del presente y el futuro ideal, claramente definida. Además, debemos aspirar a instituciones educativas y cuerpos docentes adecuados a las exigencias del momento, con los equipos, instrumentos y conocimientos que nos conecten con el mundo y el mercado laboral; los estudiantes no deben seguir graduándose de bachilleres sin poder obtener las reales oportunidades de trabajo, o al menos poseer las competencias necesarias para generar propuestas de emprendimientos.

 

 


Para que lo anterior pueda ser convertido en realidad, el Ministerio de Educación debe hacer un plan a corto, mediano y largo plazo que contemple: identificar los profesores que tienen ganadas y merecidas sus pensiones, los que están en licencias por enfermedad, a cuáles hay que mejorarles sus competencias a través de la educación continuada, identificar los que tienen el impartir docencias como un medio de supervivencia y reubicarlos; hacer un levantamiento e identificar personas con vocación y perfil para maestros, formarlos en pedagogía y en conocimientos de acuerdo a los requerimientos del momento; así como asignar los recursos necesarios.

 

Si queremos una mejor sociedad es necesario recuperar el núcleo familiar donde debemos impregnar la educación en valores, la formación debe estar en poder de personas que combinen vocación, competencias y compromiso; que quienes administren el Estado sean compromisarios de crear y mantener un ambiente adecuado para desarrollar personas pensantes y, que los gremios magisteriales y el Ministerio de Educación entiendan por siempre, que el proceso educativo no es para promover la politica partidarista y mucho menos, el populismo.

 

Cuando logremos esa combinación de educación, formación y vocación, ¡será la fórmula perfecta para la consecución del cambio social que requerimos!!

 

ROQUE J. DE LEÓN B.

DIPLOMADO EN TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

INTEGRAL

MIEMBRO DEL SNTP Y EL SINLOPP.