Juana, la loca: un personaje del folclor puertoplateño (2 de 2)

Ultima Actualización: sábado, 28 de mayo de 2022. Por: juan ventura

Por: Juan Ventura

Nunca asimiló en su enfermad mental que Trujillo Molina fuera ajusticiado el 30 de mayo de 1961 y siempre tuvo la esperanza de que el dictador, en uno de sus viajes a Puerto Plata, le iba a regalar una casa en donde vivir dignamente.

En la historia de Puerto Plata han deambulado una gran cantidad de enfermos mentales. Algunos de éstos por su forma y manera de actuar se han convertido en personajes folklóricos, como los siguientes: Siño Domingo, El viejo Caridad, Cosa Buena, Cosa Mala, Nano, Documento, Pirin, Sandino, Diloné, Ciro pera loca, Piringo, Tata la bica y su esposo Pililo, Maruca, César Wells, Anto Bojos, Danilo Mesa, Candela, Polo, Zoila, La Coronela, Narciso,  José Ponce, Soba la Guira, El Chulo, Peligro, etc.

Chery, vivió de la caridad pública. Era una amante y protectora de los perros. Se les veía para arriba y abajo con dichos animales. Una gran fumadora de tabaco. En los últimos años de su vida macaba el tabaco con la boca. Se tomaba una Cerveza Presidente el día de su cumpleaños, el 24 de junio, día de su santo. Siempre mantuvo buen apetito para comer, hasta el día de su muerte. Le tenía miedo al agua y terror para bañarse.

En torno a ella se ha dicho que mantuvo varios romances con figuras puertoplateñas de las altas sociedad y un caso muy socorrido fue de Petán Trujillo Molina, cuando fue joven. Debemos decir, que éste personaje mantuvo negocios y venia de vez en cuando a Puerto Plata y llegó a tener una casa de veraniego. Allí se reunía con sus amigos a beber tragos y hacer orgías con mujeres. Dicha versión, puede que sea verdad, por la calaña y desbravada del personaje aludido.

Cuándo a Chery se les molestaba, voceaba a todo pulmón: Un ladrón que mató a Trujillo, refiriéndose al dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Juana nunca asimiló en su enfermad mental que Trujillo Molina fuera ajusticiado el 30 de mayo de 1961 y, siempre tuvo la esperanza que el dictador en uno de sus viajes a Puerto Plata le iba a regalar una casa en donde vivir dignamente.

Ha muerto Chery y su perra ha sido la única que la ha estado buscando por los sitios donde ella pernoctaba. Ya no estará en el pago del Sindicato Portuarios, buscando su veinte ($20.00) por su trabajo realizado y mucho menos haciéndole compañía a los taxistas de la Plaza Independencia.

Murió Juana la Loca, sin pena y gloria, a la edad de 104 años en la ciudad de Puerto Plata el 6 de noviembre de 2014, a consecuencia de un infarto cardíaco fulminante. A su sepelio y enterramiento solo asistió el chofer de la ambulancia que la trasladó al cementerio de San Marcos, de Puerto Plata para darle sepultura. Así mueren nuestros personajes folklóricos. Nada de extrañar. No hay una política de Estado, hacia los enfermos mentales.