Un pastor es alguien que desde muy temprana edad se dedica, asume como un hábito y estilo de vida el cuidar, guiar y criar cierto tipo de ganado al aire libre.
Esa combinación es la que debemos impregnar a nuestros jóvenes, a los que constantemente les exigimos que sean creativos, emprendedores y exitosos empresarios. Para que lo anterior pueda lograrse hay que crear y desarrollar la cultura de la lectura, el arte, el trabajo, el sacrificio y el ahorro.
En las escuelas y las bibliotecas deben ser organizados talleres y concursos de lectura que ayuden a desarrollar el intelecto y la creatividad como también, ir contagiando a nuestros niños del amor por el trabajo honesto, así como conscienciarlos de que cada logro requiere algún grado o tipo de sacrificio; pero sobre todo, que no hay realizaciones si no existe el hábito del ahorro.
Las comodidades y facilidades que desde muy temprana edad reciben muchos hijos de sus padres en algunas esferas sociales, hacen que a estos se les inhiban sus talentos y al llegar a la mayoría de edad, sean improductivos y poco útiles.
Otras causas del desvío de los objetivos de crecimiento y desarrollo planteados teniendo a los jóvenes como eje fundamental, es la falta de acompañamiento por parte de sus padres y/ o tutores, crecer en hogares disfuncionales, relación con el bajo mundo a muy temprana edad, falta de motivación temprana a la producción de ideas e integración al trabajo, falta de cultura de creación empresarial en la juventud, entre otras tantas.
Probablemente son parte de las barreras que interfieren para que no se concretice el objetivo buscado por los teóricos y visionarios de la Administración de Empresas, que desde los años 70's están recomendando usar la imaginación para crear nuevas y productivas empresas que permitan a los jóvenes generar oportunidades para ellos y sus iguales, en lugar de seguir siendo "buscaempleo".
Notamos que un alto porcentaje del público meta focalizado para lograr esos planteamientos, lejos de entender el mensaje y utilizar sus energías para tales fines, las vuelcan en la búsqueda del dinero fácil y hasta para la destrucción de sus semejantes.
Lo que estamos viviendo y mirando en algunas sociedades donde ya no sólo asaltan en los hogares o en las calles de manera individual, sino que lo hacen de forma colectiva, además, la actitud vandálica de algunos personeros que no se conforman con asesinar una persona, sino que lo acometen por grupo sin importar la edad; es el fruto de la desorientación y un liderazgo mal cimentado, en manos de falsantes sociales.
Corresponde a nosotros como soberano reencauzar las instituciones a través de quienes entregamos nuestra representación con el voto libre, a los que debemos exigir emprender programas de rescate de las familias, proyectos de desarrollo infantiles, para adolescentes y juveniles además de que sean ejemplo con su accionar; en la medida que tengamos niños y adolescentes mentalmente sanos y jóvenes enfocados en su bienestar estaremos fortaleciendo y garantizando nuestro existir porque seguro estoy de que, a ser un pastor que bien guía y proteje su rebaño, se aprende con la práctica.
ROQUE J. DE LEÓN B.
DIPLOMADO EN TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL
INTEGRAL
MIEMBRO DEL SNTP Y EL SINLOPP