Rafael Hernández Núñez (1 de 3)

Ultima Actualización: martes, 07 de junio de 2022. Por: juan ventura

Por: Juan Ventura

Un puertoplateño amante de sus tradiciones y raíces autóctonas.

Rafael Hernández Núñez, formado en el trajinar de la vida cotidiana del pueblo de Puerto Plata. Su norte ha sido la superación constante.

Es una persona orgullosa de su extracción humilde. Defiende sus principios, sobre todas las cosas.

Ha escalado posiciones ejecutivas sobre la base de los méritos acumulados.

Ha desempeñado diferentes actividades en su Tacita de Plata, que lo vio nacer, crecer y desarrollar en las tierras del general Gregorio Luperón.

Una vida dedicada al trabajo honesto y ejemplar. No tiene de qué arrepentirse en su vida.

Ha sido comprador y vendedor de botellas vacías, jugador de béisbol, carnicero, herrero, zapatero, sindicalista, cantante, músico, compositor, comerciante, profesor de música, político, comentarista, analista y gerente hotelero. Su último puesto fue como encargado de almacenes de la CORAAPPLATA, en donde permaneció trabajando allí por varios años.

Un puertoplateño amante de sus tradiciones y raíces autóctonas.

Su nombre ha trascendido el ámbito nacional e internacional a través de su canto y la música. Acaba de cumplir 90 años de su nacimiento.

Rafael Hernández Núñez, conocido entre sus familiares, amigos y allegados como “Nino Hernández” y en el medio artístico como “La Flauta Humana”. Es muy amigo de Rafael Silverio Messón (a) Fellito.

En su juventud fue un verdadero bohemio y siempre dispuesto a llevar una serenata a quién se la solicitara.

De una calidad humana extraordinaria. Es un ferviente creyente en Dios.

Es un asiduo lector. Autodidacta. Ha escrito artículos para la prensa puertoplateña.

Rafael Hernández Núñez, hijo de los señores Ramón Hernández y Dalia Núñez. Nació en Puerto Plata, el 7 de abril de 1932.

Tiene los hermanos: Oscar (fallecido), Carlos (fallecido), Juan Restituyo (a) Tuto, Carmen, Socorro, Jesús y Miguel Hernández (éste último destacado periodista y ex embajador en Alemania).

Fue alfabetizado por la filántropa altamireña doña Martina Alfonseca Lendó.

Hizo el octavo curso como estudiante libre con la consagrada y abnegada profesora Dolores Suárez.

En la Escuela Comercial Luisa de Lemos, regenteada por Suárez, estudió mecanografía, contabilidad y caligrafía.

Se graduó de técnico en Dirección y Administración de Empresas por correspondencias en la Universidad Interamericana.

Su primer trabajo que hizo fue comprar y vender botellas vacías, cuando apenas tenía diez años de edad.

En sus años de adolescente y juventud practicó béisbol como cachet y jugo en varios campeonatos interbarriales de Puerto Plata. Fue miembro de la selección provincial de béisbol, llegando a ser cuarto bate.

Trabajó en el muelle de Puerto Plata como jornalero.