*Cuarencultura con sabrosura*

Ultima Actualización: jueves, 23 de junio de 2022. Por: Jesús María Suero Álvarez

Por: Jesús Maria Suero Álvarez

Tema: No Mires Hacia Atrás


Cuando escuchamos en una conversión coloquial, en una conferencia o en un discurso político la expresión no mires hacia tras, tenemos que observar la actitud del hablante, para entender el significado de la advertencia, ya que mirar hacia atrás, no es bueno, ni malo, todo es de acuerdo al valor que la da el emisor y a lo que entiende el receptor.

 

El énfasis en la expresión de no mirar hacia atrás, genera un sinnúmero de mensajes en oposición de mirar hacia adelante, que guarda algún sentido dependiendo de la ocasión, el lugar donde se dice, quien lo dice y en qué momento, es posible que si miras adelante te esperen cosas desagradables e inciertas, mientras que si miras atrás, te acordaras de lo mejor de lo anterior.

 

Sin especular más sobre tema, quiero compartir dos historias muy antiguas, pero que contienen un punto en común, la advertencia de no mirar hacia atrás, la primera es de la mitología griega, se trata de un semidiós llamado Orfeo, era todo un virtuoso de la lira, (instrumento musical), la cual parecía ser lo único que le importaba en el mundo... hasta que conoció a Eurídice.

 

Ella era una ninfa extremadamente hermosa de la que Orfeo se enamoraría enseguida. El día de su boda, momento habitualmente feliz, Eurídice sufre un intento de rapto por parte de Aristeo, un pastor rival de Orfeo. Ella, aunque escapa, en su carrera pisa una víbora que le muerde un pie, provocándole la muerte en el acto.

 

Orfeo, desesperado por la muerte de su esposa, decide bajar a buscarla al inframundo, en los dominios de Hades, señor de los muertos. Al llegar, pide a Caronte que lo lleve en su barca hasta la otra orilla de la laguna Estigia, a lo que Caronte se niega. Orfeo comienza a tañer su lira, haciendo que el barquero lo acabe llevando, dada la hermosa melodía de la lira.

 

La misma estratagema utilizará con el can Cerbero, perro de tres cabezas, guardián del infierno, que le abrirá las puertas. Aparentemente difícil lo va a tener frente al Dios Hades y tras suplicarle por su amada, al final el Dios acaba accediendo, embelesado por su lira.

Sin embargo, le pone una condición: Orfeo no debe mirar hacia atrás, ni contemplar el rostro de Eurídice mientras ambos no hayan salido de los infiernos.

 

Mientras atraviesa todo el inframundo en su camino de salida, Orfeo antes de llegar a la última puerta, la impaciencia puede con él y mira hacia atrás para ver el rostro de Eurídice. En ese instante, ella le es arrebatada, convirtiéndose nuevamente en sombra, perteneciendo al Dios de los muertos y quedando definitivamente separado de su esposa.

 

La narración nos dice que a Orfeo, nada pareció importarle, nunca volvió hacer el mismo desde la perdida de su gran amor, se desencantado de la vida, sin saber a donde ir, se niega a tocar su lira para las Ménades, séquito de Dioniso, las cuales por tal afrenta le cortan la cabeza y la arrojan al río. Las musas enterraron sus restos al pie del monte Olimpo, donde, hasta el día de hoy, cantan los ruiseñores con más dulzura que en ningún otro lugar

 

El segundo relato es de la sagrada escritura, cuenta la Biblia (Génesis 19:17), que habían dos ciudades muy pervertidas de nombre Sodoma y Gomorra, ambas ciudades iban hacer destruidas, por que sus habitantes eran personas que estaban entregadas completamente al pecado, entonces Dios envió sus ángeles al rescate de Lot y al de su familia, para que pudieran salvarse de la destrucción de estas ciudades por ser Lot un hombre justo a los ojos de Dios.

 

Los ángeles le dieron una orden a Lot y su familia, salgan de la ciudad, pero no mires hacia atrás, ni pares en toda esta llanura, escapa al monte, no sea que perezca, al salir de la ciudad, la mujer de Lot, seducida por los placeres, y la falta de fe de lo que le esperaba por delante, miró hacia atrás y se convirtió en una estatua de sal.

 

 

Estas dos narraciones nos dejan una moraleja, que debemos tener fe en seguir adelante con nuestros proyectos porque al final tendrán sus recompensas, pero al mismo tiempo, nos deja saber, de que ningún ser humano es capaz de tener esa confianza absoluta en lo invisible, en lo que no vivido, la mujer de Lot hubiera conservado su condición humana, y Orfeo a su amada, si no hubieran mirado atrás.