El verdadero huracán

Ultima Actualización: jueves, 22 de septiembre de 2022. Por: Maria Cristina Gonzales

Por: Maria Cristina Gonzales

Después del paso de cualquier fenómeno atmosférico,  las personas afectadas, sobre todo las familias numerosas  que viven en lugares con mucha vulnerabilidad, donde casi siempre las pérdidas son totales en el aspecto material. Para esas familias la vida cotidiana es más que un huracán pasajero, para ellos la vida es un ciclón  de carencias que gira  día a día de forma interminable.

No es esta la primera vez en que ciento de familias se ven en la necesidad de salir de sus casuchas para preservar su más preciado bien, la vida.

Algo que me resulta sorprendente y contradictorio a la vez en todo esto es la asistencia que brindan las autoridades, como si ellos no fueran responsables como representantes del estado de su desgracia, es el mimo estado que tiene una deuda social enorme con este país, es el sistema y sus poderes que le dan prioridad al aspecto político,obviando lo social que es fundamental y siguen implementando el asistencialismo inmediato que no hace otra cosa que tapar el parche, pero no corrige. Esos políticosque  en su mayoría terminan enriqueciéndosecon el mayor descaro y sin rubor poco les preocupasi la brecha de la pobreza se cierra o no, lo irónico es que son eso mismos políticos que van a socorrer con dádivas disfrazadas de asistencia a los ciudadanos que viven en condiciones de miseria, hacinados, en construcciones que ponen en riesgos sus vidas y las de sus familias, lo bueno es que los funcionarios  son recibidos como salvadores por los incautos e indefensos ciudadanos, sin saber que están en su derecho y que lo recibido es migajas de lo que se merecen como dominicanos.

Son a esos incautos a quienes se les asistecada vez que el caso lo amerita y mejor aún si la cobertura de prensa es amplia. No es que sea malo ayudar a la gente  siempre y cuando no sea inversión en propaganda.

No se puede seguir con prácticas ancestrales, vivimos en una media isla donde son normales los fenómenos atmosféricos por la ubicación geográfica. Y aquí sigue la vieja costumbre de dar el pez y no enseñar a pescar.

No es asunto de hoy o de ayer la novedad sería romper con las viejas costumbres de ayudas que  se invierte para búsqueda   de votos, porquedice un refrán que al  mal comido le resulta difícil a veces detenerse a pensar. De ser cierto lo del refrán, es normal que los asistan.