Políticos y ciudadanos.

Ultima Actualización: jueves, 27 de abril de 2023. Por: Maria Cristina Gonzales

Los partidos políticos dominicanos que componen el escenario y que han gobernado, siempre han sido conservadores.

Los primeros han hecho hasta lo indecible para que los ciudadanos no crean en ellos, si bien es cierto que la sociedad dominicana cada cuatrienio solo tiene la opción de elegir al candidato “menos malo” la pregunta que se desprende es ¿hasta cuándo nuestra débil y caricaturesca democracia estará cimentada en el nivel de avaricia de quienes en un momento dado gobiernan el estado, los municipios o representan el poder legislativo?

Los partidos políticos dominicanos que componen el escenario y que han gobernado, siempre han sido conservadores, aunque algunos se han disfrazado de liberales la historia reciente recoge que solamente liberaron su pobreza a costa del pueblo dominicano para hoy convertirse en políticos jorocones que con el mayor de los descaros nos enrostran sus riquezas y desparpajo.

Ni hablar de aquellos izquierdistas que enarbolaron el Marxismo en su mayoría se alió al sistema vigente, se montaron en el carro de la opulencia y cambiaron el barrio de los proletarios para ir vivir a torres con vigilancia.

Nuestra democracia nos da la libertad de elegir, pero nunca de escoger, porque el paquete que ofertan los aspirantes en su mayoría no aguanta el tamiz del escrutinio, mucho menos rendición de cuentas, es de todos conocidos la existencia de algunos casos en los que no hay forma lógica de justificar y demostrar el origen de sus riquezas.

Así nuestra democracia va de partidos en partidos, personas con discurso pobre que apenas puede mirarse al ombligo con líneas escritas en un papel, porque hay poco argumento para llegar alcanzar textos a media página, en fin…

Veremos en los próximos meses, las franquicias llamadas partidos demostrando que el dinero arrancado al pueblo tiene un objetivo, seguir envileciendo al votante con dádivas y promesas.

El mejor escenario lo tienen los partidos llamados bisagras, sus números no varían, pero el pago de la junta no les falla, veremos en el próximo 2024, los mismos rostros y los mismos discursos vacíos.