La Mujer Que Llegaba a Las Seis

Ultima Actualización: viernes, 09 de junio de 2023. Por: Jesús María Suero Álvarez

En el relato de este cuento, nos encontramos con sentimientos de amor incondicional, de nobleza espiritual, de ingenuidad, seducción amorosa, engatusamiento, argucias y artimañas

(Es un cuento de Gabriel José de la Concordia García Márquez, mejor conocido como Gabriel García Márquez (6//3/1927 al 17/4/2014) publicado en 1950)
 
En el relato de este cuento, nos encontramos con sentimientos de amor incondicional, de nobleza espiritual, de ingenuidad, seducción amorosa, engatusamiento, argucias y artimañas, coartada de impunidad, trampa amorosa, confusión, encubrimiento, prueba de amor, prostitucion, suspenso, encrucijada, credibilidad social o ciudadana, mentira policíaca, falta de remordimiento, complicidad, aversión sexual, decepción de la vida y repugnancia por los hombres que termina en una muerte
 
La historia se desarrolla cuando José, un cocinero, abre su restaurante a las seis en la noche, como de costumbre a esa hora, llega una mujer que se dedica a la prostitucion, de la cual José vive enamorando, a pesar de ser una prostituta empedernida, el la respeta como si se trata de una doncella, la trata con delicadeza, con caballerosidad, con mucho amor, al extremo que la considera su reina, habitualmente le prepara un bistec y le da comida gratis, ya que esta nunca anda con dinero
 
Ese día llega faltando un cuarto para las seis, y desde que entra al restaurante se comporta de forma extraña, como sabe de que José esta enamorado de ella, empieza a ganarse su confianza y a seducirlo, José muy sumiso, le dice, que, aun el sabiendo de que ella se acuesta con varios hombres, el la ama tanto, que seria capaz de matar a todo aquel que se acueste con ella, hábilmente ante esta confesión, la mujer juega con la inteligencia emocional de José, le pregunta de que si es capaz de defenderla si ella matara a un hombre.
 
Ante esa interrogante el cocinero queda conturbado, dudando sobre lo que es moralmente bueno o malo, José un hombre de mente infantil, además de ser  un hombre bonachón y honesto, tiene un dilema de honestidad, pero termina convencido de hacer cualquier cosa por su amada reina y se doblega a su petición, sumisión que la mujer aprovecha para pedirle a José que le mienta a la policía, diciéndole que el estuvo con ella toda la tarde, y que si cualquier persona pregunta a que hora ella llego, le diga que llego a las cinco y media de la tarde al restaurante.
 
José hizo un gesto afirmativo con la cabeza, sonriente y concreto. La mujer se inclinó hacia donde él estaba y le dijo, si algún día vuelvo por aquí, me pondré celosa cuando encuentre otra mujer hablando contigo, a esta hora y en esa misma silla, si vuelves por aquí debes traerme algo, dijo José. Prometo, dijo la mujer, buscar por todas partes el osito de cuerda, para traértelo, José vio entonces al primer parroquiano que penetró por la puerta oscilante y caminó hasta una mesa del rincón, miro el reloj, eran las seis y media en punto.
 
La mujer antes de llagar al restaurante, faltando un cuarto para las seis, hastiada de la vida que lleva, siente asco de los hombres, al momento de su cliente desvestirse y besarla, en ese instante, una fuerza transitoria e irresistible anulan sus facultades mentales y apuñala al hombre hasta dejarlo sin vida, luego recobra sin remordimiento su compostura, acude al restaurante de costumbre, pero esta vez antes de las seis.