Muchos afirman que “el mundo sería mejor si todos empleáramos nuestra vida y tiempo en seguir realmente una vocación y hacer únicamente aquellas cosas que nos gustan.”
Es una utopía y discrepo. El mundo ha funcionado mejor con personas que la circunstancias les ha colocado en posiciones en que no necesariamente siguen su vocación un ejemplo seria aquellos que solo se dedican a apretar tornillos en una cadena de montaje, a poner botones en una nave de zona franca, los que asfaltan las calles, los que recogen la basura, las enfermeras, son absolutamente necesarios y no creo que en esos casos citados impere la vocación en todos.
A quienes la vida les ha permitido desarrollar una actividad partiendo de su vocación son unos verdaderos privilegiados y se debería dar gracia por eso.
En estos tiempos en que el tema de aumentar la edad para pensionarse, imagino el trauma que representa para quienes desarrollan una labor para la cual no tienen vocación, y encima de eso mal pagados, a sabiendas de que se retirarán con una pensión que no cubre lo básico en la que usted no disfruta de seguro de salud si no se lo compra a las AFP.
Aun así, son exitosos aquellos que son capaces de hacer un trabajo que no es su vocación y lo hacen bien, con calidad entrega y compromiso.