En la sociedad de los discípulos de Jesús se conoció la transfiguración, con el paso del tiempo en las nuestras se habla de trasformación supuestamente para el bienestar de todos, cosa que aún está por verse.
Sufren transformaciones el medio ambiente y con él la flora y la fauna; los seres humanos, con estos la manera de pensar y de actuar, donde cada quien busca imponer sus propios criterios olvidando e irrespotando todo tipo de reglas de convivencia en sociedad.
Se transforman los espacios, lo que hasta hace poco eran compos y vegetaciones hoy forman parte de las urbes, ya sea como lujosas urbanizaciones o barrios marginales, lo que ha trastornado el hábitat, modo de vida y la tranquilidad de nuestras gentes del campo.
De igual manera se ha permitido irresponsablemente la transformación de las riberas de nuestras cañadas, arroyos y rios, convirtiéndolas en barriadas que de tiempo en tiempo se inundan y provocan las inundaciones de otros sectores.
Se ha transformado la vida de muchos individuos que a través del tiempo se han aprevechado de sus habilidades personales y de las grandes debilidades de nuestro Sistema Político para enriquecerse, sin importarle que con su acción causan el incremento de la pobreza para las grandes mayorías y, aún la sociedad no se detiene a reflexionar.
Tenemos que transformar el sentido de responsabilidad social de muchos de esos mismos políticos, que no se conforman con enriquecerse haciendo mal uso de los recursos del pueblo sino, que en cada proceso electoral siembran el desasosiego alegando algún tipo de irregularidad.
Debemos pedirle a Dios para que transforme a muchos de esos personajes, que escondidos bajo la protección de algunas iglesias y sus diferentes grupos se aprovechan para cometer todo tipo de atrocidades.
De igual manera, hay de esos con la habilidad para insertarse en cualquier gobierno de turno y hacer de su práctica irregular e inmoral un sistema.
Hace falta que iniciemos las transformaciones individuales de las que adolecemos y como un solo cuerpo construyamos esa sociedad fuerte y resistente ante los abusos y manipulaciones de aquellos que se lucran de manera particular de los bienes que nos corresponden a todos.
Para que nuestras transformaciones sociales y humanas sean posibles en este tiempo, debemos lograr que nuestro sistema Educativo pase por una transfiguración y, que en lugar de tener personas copiando soluciones se convierta en una fuente de generadores de nuevas soluciones.