También llamado pensamiento propio en el que por diferentes motivos a mucha gente le resulta difícil analizar o hacer un pequeño estudio racional de lo que le vendría mejor o lo que resultare peor en cualquier aspecto.

Uno de los propósitos centrales de la educación es formar el pensamiento crítico en los individuos, este mismo es fundamental para comprender y analizar las diferentes construcciones que se tejen cuando se orientan acciones que fomentan la formación de pensadores capaces de impulsar cambios en la sociedad.

A los ciudadanos de a pies les fuera más fácil discernir si el poder económico no tuviera tan estrechamente ligado a los medios de información y esas ideas que asume la gente no siempre son propias de ellos sino lo que el poder económico quiere que la gente crea.

Ordinariamente la gente juzga y opina por lo que ve y escucha en los medios de comunicación y en redes sociales sin detenerse mínimamente analizar en lo que no se ve o no se menciona.

Pareciera que lo que ahora se conoce como opinión pública se alinea perfectamente al sistema educativo y los medios de comunicación induciendo a los individuos a obedecer reglas preestablecidas y aceptadas como validas. Ambas cosas interesadas en lo que interesa al poder, el poder controla la educación y los medios.