Se habla de que República dominicana en teoría es un país soberano, independiente, y refiere al poder supremo del Estado Dominicano para decidir sobre sus asuntos internos y externos, mientras que el patrimonio abarca los bienes culturales y naturales que identifican a un lugar o nación.
En nombre de esa soberanía siempre hay discursos políticos que encandilan a los oyentes sobre todo en los discursos de campaña política, particularmente cuando los que aspiran a una posición electiva se enfocan en lograrlo, con recursos ilimitados que no siempre se conoce el origen.
Por el contrario del patrimonio que es el conjunto de bienes tangibles que representan la herencia de la dominicanidad, en el aspecto cultural y natural. Es contradictorio que se explotan los metales preciosos cobre y zinc y pocas veces se cuestiona a esas empresas porque se pierden en el ruido de la pobreza los ciudadanos dejan de lado aspectos fundamentales como la interpelación y verificación de los beneficios que aportan al país esas empresas. Además, el país exporta minerales como oro, plata, ferroníquel, bauxita, piedra caliza y otros, muchos de los cuales son procesados en el extranjero y los dominicanos en su mayoría no han aquilatado que el patrimonio se va al extranjero y gradualmente, se pierden para siempre paisajes, flora, fauna y recursos naturales que son importantes para la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
Y ahora con los fideicomisos, la mayoría de dominicanos envueltos en el ruido por sobrevivir a la brutalidad y autoritarismo de algunos organismos, el alto costo de los alimentos, y medicamentos, tragedias, violencia, corrupción, impunidad, clasismo sin darse cuenta unos de forma sutil y cómplice x Incluye paisajes, flora, fauna y recursos naturales que son importantes para la biodiversidad y el equilibrio ecológico unos pocos se han adueñado de todo el patrimonio para cada vez agrandar la brecha entre pobres y ricos.
Pareciera que ostentamos símbolos soberanos, sin patrimonio.