PUERTO PLATA, REP. DOM. – En un deporte donde la juventud suele marcar el ritmo, el delantero puertoplateño Darly Batista se mantiene como una excepción de oro. A sus 37 años, el atacante continúa demostrando que el talento, la disciplina y el amor por el fútbol no entienden de edad. En la actual temporada 2025-2026 de la Liga Dominicana de Fútbol (LDF), Batista se ha convertido en una de las armas ofensivas más respetadas del torneo, ratificando que está “como el vino”.
Rejuvenecido a base de goles
Originario del municipio de Montellano, Batista vive un nuevo auge futbolístico con Atlántico FC, donde ha marcado seis goles en once partidos. Su efectividad lo coloca entre los cinco máximos goleadores de la temporada, aportando tanto en el marcador como en el ánimo de un equipo que lucha por posiciones de privilegio.
Su instinto frente al arco, combinado con su inteligencia táctica y una condición física admirable, le permiten seguir marcando diferencias en una liga cada vez más competitiva.
Liderazgo dentro y fuera del campo
Más allá de los goles, Batista se ha convertido en un referente de liderazgo y profesionalismo dentro del vestuario de Atlántico FC. Su presencia inspira a las nuevas generaciones y reafirma la importancia de la constancia como valor esencial para triunfar en el deporte.
Su carrera, que incluye pasos por múltiples equipos desde el inicio de la LDF en 2015 y su participación con la selección nacional dominicana desde 2006, lo consolidan como uno de los jugadores más emblemáticos de Puerto Plata y una leyenda viva del fútbol dominicano.
Un legado que sigue creciendo
Lejos de pensar en el retiro, Darly Batista continúa ampliando su legado con goles y actuaciones decisivas. Cada partido es una prueba de que el fútbol también premia la experiencia, y que la pasión, cuando se cultiva con disciplina, puede superar cualquier límite.
Darly Batista no solo envejece bien; se supera a sí mismo. Como los grandes vinos, mejora con el tiempo, recordándole al fútbol dominicano que la calidad no se mide en años, sino en entrega y corazón.