LA MEZQUINDAD DE LOS CASETEROS

Ultima Actualización: lunes, 28 de marzo de 2011. Por: Luis Henriquez Canela

Vamos a comenzar por el principio; esos adefesios de mal gusto llamados casetas, aparentemente resolvieron el problema de los vendedores ambulantes en algunas playas y les resolvieron el mundo a las autoridades del momento, pero en realidad lo que hicieron fue trasferir el problema desde Playa Dorada y zonas circundantes, a la ciudad.

Sábado 10 de abril de 2010 - 09:35 p.m.

 

Llueven las llamadas telefónicas a los programas de radio y televisión de Puerto Plata clamando para que la sindicatura elimine los pequeños muros que convierten en peatonal una parte del malecón. Las llamadas provienen de los propietarios de las casetas que turismo construyó lejos de toda lógica en la playa. Alegan que los muros les quitan fluidez a sus negocios porque sus clientes no pueden parquearse de ese lado.

 

Aducen que cuando los vehículos se aparcan en la acera de enfrente como está establecido,  es peligroso para los usuarios tener que cruzar la avenida para poder llegar a sus establecimientos, también,  que los que caminan por ahí y montan bicicletas son “tres gatos” y que el espacio cedido a los peatones es un desperdicio.

 

Vamos a comenzar por el principio; esos adefesios de mal gusto llamados casetas, aparentemente resolvieron el problema de los vendedores ambulantes en algunas playas y les resolvieron el mundo a las autoridades del momento, pero en realidad lo que hicieron fue trasferir el problema desde Playa Dorada y zonas circundantes, a la ciudad. No hubo solución,solo transferencia. Un mal por otro. Esos oscuros establecimientos, inhóspitos por demás, carecen de toda razón. Hay que ver cual fue el genio que planteó una solución tan desacertada como esa.  

 

Los defensores de los espacios, de las vistas,del paisaje, han luchado por bastante tiempo con la finalidad de no permitir la construcción de, por ejemplo, edificios de más de cuatro niveles. Edificaciones altas son un peligro para el flujo de los vientos salinos que tenemos la suerte de que nos acaricien, además, nublan el panorama y ensombrecen el horizonte.  ¿Lógico, verdad?

 

Señores, no nos llamemos a engaño, si se le hace un censo a la cantidad de negocios de bebidas alcohólicas que hay en este municipio cabecera, muchos se van a quedar con la boca abierta. Donde quiera,quien quiera pone un bar, un colmadón o un liquor store, una discoteca, un prostíbulo. La ciudad está minada de estos negocios y uno no dice que esto está mal, no, cada quien que se gane el pan como mejor le parezca de  manera legal, ahora, siendo así, como es que también el malecón lo atiborren con ese tipo de negocios que, dicho sea de paso,carecen de toda norma como por ejemplo con el gravísimo problema de los baños. ¿A quién se le ocurre pensar que una persona va a caminar casi un kilometro para ir a un baño? Los recursos que se invirtieron en los desagües cloacales de la ciudad y que tan buenos resultados han dado hasta ahora, se han  desvanecido porque el Malecón se ha convertido en el mayor inodoro público del mundo.

 

¿No se trata acaso del pulmón, no se trata acaso de la conservación del medioambiente, de la vista natural del puertoplateño?  ¿Dónde estaban las cabezas de las personas que “solucionaron” el problema de los vendedores de la playa de esta manera? ¿Es que la carencia de pantalones de algunas autoridades permitió, como siempre, que el padrefamilismo se asentara ahí en vez de buscar otros métodos con la finalidad de solucionar el problema de manera definitiva?

 

Si, es cierto que también ellos tienen derecho a ganarse el pan de manera honrada. ¿Pero a qué precio? ¿Bajo cualescondiciones?  ¿Cual es el importe que debe pagar el ciudadano decente para visitar su malecón? Los propietarios están abogando porque el Ayuntamiento elimine los muros sin tomar en consideración que ese es el único lugar que tiene la gente para ejercitarse. Esa es una conquista bien ganada por los defensores de la salud que trae consigo el sano ejercicio.  ¿Si quitan los muros, donde diablos será quela gente va a caminar? Acaso en esa misma playa pisando la misma mierda  y la hediondez que precisamente por la carencia de condiciones de higiene generan esos negocios?  Si eso sucede lamentablemente las clínicas y el hospital se llenarán de hipertensos porque la gente se niega a pisar porquería. 

 

Señores políticos, mucho cuidado con permitir semejante disparate y ahora menos que las elecciones están a la vuelta de la esquina. Esos padres de familia que permanezcan tranquilos ganándose su sustento y no le quiten, como le han quitado a todo el pueblo, el lugar donde respirar aire puro. ¡No sean mezquinos que lo mucho hasta Dios lo ve!