Son tantas las historietas, las visitas de inversionistas, las promesas incumplidas que hay en torno a la reapertura del Ingenio Montellano, que ya, el cuento de “ahí viene el lobo”, le queda pequeña a esta inefable leyenda.
Oí el otro día a una persona que vive allí, diciendo que las negociaciones del Ingenio no se llevan a cabo porque hay políticos interesados en los terrenos. Esa persona que habló vía telefónica en un programa radial, dijo el pecado pero no el pecador y se convirtió, por vía de consecuencia, en cómplice por omisión.
¿Cuáles políticos estaran detrás de los terrenos del ingenio?
La respuesta a esta pregunta podría abrirle los ojos a más de un votante en Puerto Plata.