Yo también tengo un sueño

Ultima Actualización: martes, 30 de abril de 2019. Por: Yury Parra

El rechazo y el castigo fueron concretando un proceso de transformación cultural ante una clase dominante.

- ¿A quién habrá sacado esta niña este cabello tan malo? Decía mi abuela mientras intentaba a tirones doblegar las greñas que se resistían a ser encarceladas dentro de un par de moñitos.  Muy a pesar de esta lucha, yo amaba ese pelo, y aunque me costara un par de chancletazos deshacerme las trenzas en momentos formales, pude aprovechar los días de rio y playa para ser libre junto él.  Más tarde este pleito moriría a manos de la magia blanca de un desrizado.

¿En qué rama de nuestro árbol genealógico fueron convencidos nuestros abuelos de que este pelo fuese malo, feo o rebelde?

Ya para la generación de mami María¬ (la abuela), la madre África era apenas una vaga leyenda en la que se tenía una apreciación diferente de la belleza. Las mujeres que pertenecían a una misma tribu dedicaban horas a realizarse peinados con esmero sobre su pelo natural.  Según sus creencias, ninguna hebra podía caer en manos de una tribu antagónica, de lo contrario sus enemigos podían someterles. Pero este pelo no solo fue hermoso y simbólico también fue estructuralmente útil resistiendo a las altas temperaturas del abrasador sol africano.

Así como terminaron mis días de playa y rizos, terminaría la libertad de la mujer negra al llegar arrastrando cadenas al nuevo mundo donde vivirían el deprecio y la repulsión de los blancos por su cabellera, aquí la obligarían a ocultarla con un pañuelo. Se emitirían preceptos tales como, ‘‘Las leyes suntuarias'' o ''El Edicto de buen gobierno” Los cuales dictaban azotes y hasta pérdida de la cabellera para las infractoras.

El rechazo y el castigo fueron concretando un proceso de transformación cultural ante una clase dominante que terminaría imponiendo sus patrones de belleza, el resultado sería tal vez, una inconsciente negación de la negritud y todo lo que ello implicaba.  El pañuelo en la cabeza más que un aliado para protegerse del sol en las plantaciones y de los piojos que proliferaban en los barracones sería también la herencia ya no cuestionada del sometimiento europeo que ha llegado hasta hoy.

El hecho de que nuestro cabello ‘‘malo’’ no sea apto para mostrarse en público, de que llevar el pelo suelto y natural atente contra las reglas morales y la buena conducta, el que los rizos puedan ser un obstáculo para insertarse en una gran cantidad de empleos formales, ¿no es acaso una prueba definitiva de que aún nos queda mucho camino por recorrer en términos de libertad étnica?

¿Por qué son nuestros niños, niñas y adolescentes discriminados en la escuela por llevar suelto su pelo natural?, ¿Por qué las trenzas luego de Semana Santa son motivo de expulsión en nuestras escuelas?  ¿Por qué los niños con pelo rizo no pueden llevar el pelo con la misma longitud que sus pares de pelo lacio?

Tal vez estamos siendo nosotros los maestros, directores, psicólogos y pedagogos en general los primeros en reforzar actitudes racistas y discriminatorias, mientras que el ejemplo de libertad y aceptación solo les llega a nuestros jóvenes a través de grupos rebeldes y algunos artistas urbanos que no precisamente son el mejor modelo a seguir.

Este pelo lo heredé de mi descendencia africana, este pelo es memoria, es ancestralidad, es resistencia, es cultura, es la hermosura que no necesita que se le imponga parecer de otra raza para ser precioso.

Yo tengo un sueño en el que cada día, niña, niño y adolescente pueda lucir su pelo natural, Sintiéndose bello y orgulloso de sus orígenes. Tengo un sueño donde alcemos la vista a la promoción de nuestra identidad y cultura, donde sean reformuladas las verdaderas reglas y pilares para una educación integral, un sueño en el que los niños sean elogiados por mostrar la belleza que les pertenece, la que no ha sido impuesta por un amo. ¡La belleza LIBRE!

¡Yo también tengo un sueño, como decía Martin Luther King!          

*Bibliografía

Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL), MUJERES AFRODESCENDIENTES EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE. Deudas de igualdad. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/43746/4/S1800190_es.pdf

Concepción García Gallo, SOBRE EL ORDENAMIENTO JURÍDICO DE LA ESCLAVITUD EN LAS INDIAS ESPAÑOLAS. Sumario Año 1980. file:///C:/Users/Samsung/Downloads/Dialnet-SobreElOrdenamientoJuridicoDeLaEsclavitudEnLasIndi-134370%20(2).pdf


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