CASAS VICTORIANAS: "PATRIMONIO DESAPARECE EN PUERTO PLATA"

Ultima Actualización: sábado, 02 de abril de 2011. Por: Edgar Lantigua

En el caso que nos ocupa, habría que decir: “ante la mirada indiferente de casi todos”, porque justo es decirlo: “algunos han luchado hasta el cansancio”, las casas victorianas de Puerto Plata siguen desapareciendo como una hemorragia que amenaza el encanto único de una ciudad privilegiada.

La Novia del Atlántico, Puerto Plata, que entre sus elementos únicos cuenta con su símbolo impresionante, la reserva científica o montaña, “Isabel de Torres”, la cual parece cubrir con su manto protector toda la ciudad.

 

Sin embargo, Puerto Plata cada día va perdiendo un testimonio fundamental de su historia: “su arquitectura”, que con el paso de los años se hace cada vez más escaso por la falta de recursos o por la acción deliberada que para otros fines se sacrifica estos símbolos de nuestra ciudad.

 

La clarinada fundamental ante este hecho la dieron hace 33 años Robert S. Gamble y el doctor José Augusto Puig en su monumental obra: “La Conservación de una ciudad inventario; Puerto Plata: Ensayo Histórico- Arquitectónico”, publicada por la Editora Alfa & Omega, Santo Domingo, en 1978.

 

Gamble y Puig plantean ambas obras que "el ambiente tradicional de Puerto Plata, por ser parte de la herencia cultural de la ciudad y de la República, debe ser mantenido, adaptándolo a las exigencias modernas, pero al mismo tiempo guardando la esencia arquitectónica e histórica del ambiente.

 

Esto último debe ser el propósito de un programa municipal de conservación arquitectónica para, asegurar que los cambios sean beneficiosos; que se retiene lo mejor del pasado mientras se construye para el presente y futuro, no solamente por uno mismo, sino por las generaciones del porvenir".

 

Las lluvias y el tiempo han arrastrado consigo este esfuerzo, seguido años después por la esposa del doctor Puig, la munícipe y profesora Elvia Miller, por el historiador, doctor Germán Camarena y por los miembros directivos del Cluster Turístico y Cultural de Puerto Plata, entre ellos Vittorio Bedin, José Natalio Redondo, los cuales incluso han comprado viviendas y edificios para restaurarlos.

 

El balance es sin dudas negativo si se compara lo que queda de ese inventario inicial realizado por Gamble y Puig en 1978.

 

Han desaparecido muchas de esas casas que fueron descritas con detalle por esos visionarios, otras tal vez una docena, han sido reconstruidas, mientras se hace evidente la falta de un plan mas agresivo que permita devolverle a Puerto Plata, uno de los aspectos que la convierte en única: “el predominio de su arquitectura victoriana, que convive con los almacenes de la época dorada de los años 20 y 30 del siglo XX, cuando esta ciudad fue sede de una importante migración que la convirtió en sede de muchas de las exportaciones de la región”.

 

De la década de los años 60 aún persisten media docena de casas en las que se mezcla la tradición victoriana con los elementos que introdujeron los norteamericanos, sobre todo a partir de la intervención de  1965 en viviendas al estilo Bungalows, que implicaban galerías echas en piedra y cemento, entre otros elementos distintivos.

 

De cara a los esfuerzos por rescatar el turismo de este destino y la eventual recuperación de los cruceros, en varios foros locales el presidente de la Asociación de Hoteles de Playa Dorada, Roberto Casoni; el presidente del Clúster Turístico de Puerto Plata, doctor José Natalio Redondo, directivos hoteleros han enfatizado la necesidad de preservar este patrimonio que forma parte de los atractivos especiales con que cuenta esta ciudad.

 

Para muchos se requiere un plan detallado que de facilidades a quienes no cuenten con los recursos para el rescate de estas viviendas que en su mayoría fueron construidas a principios del siglo XX, por verdaderos maestros que dejaron plasmado su sello en la cuna de nuestras figuras legendarias e históricas, entre ellos Eduardo Brito, Juan Lockward, Jaime Colson, Jorge Severino y de otros tantos artistas de talento de proyección internacional.

 

El arquitecto Gamble establece en su obra claramente: "la típica casa moderna de bloques o de concreto, con techo plano, salomónicas metálicas, es cómoda y muchas veces bella, pero luce igual donde quiera”.

 

El turista la encuentra en Miami o en Puerto Rico,  pero la vista por una calle antigua (de Puerto Plata) de balcones y persianas, de aleros con toques "festivos" de madera labrada, y pintada de colores diversos, esto, si es único”.