LIMITES AL MOTOCONCHO.

Ultima Actualización: sábado, 30 de enero de 2010. Por: Luis Henriquez Canela

Cuando hay un accidente, por pequeño que este sea, se aparecen doscientos motoristas en lo que canta un gallo rodeando como una turba a los conductores de autos aunque quien haya provocado el percance sean ellos mismos, lo que sucede en el 90% de los casos. El hospital está repleto de accidentados.

Más temprano que tarde,  la sindicatura del  municipio cabecera de Puerto Plata deberá encarar los problemas del tránsito,  ya que  a nuestro entender,  la nueva modalidad de transporte de pasajeros, en términos relativos; el motoconcho, está trayendo más problemas que soluciones.  

No respetan las lucesde los semáforos, las vías contrarias, los pares, adelantan a los vehículos por donde mejor les parezca, son suicidas al volante, la humareda que respira el ciudadano está contaminada por efecto de la ligazón del aceite con la gasolina,específicamente cuando hay más del primero que de la segunda.  

Ahora sus paradas abundan en el centro de la ciudad. Si antes los parqueos para vehículos estaban difíciles, ahora es que la situación se ha tornado color gris.  

¿Cuál es una de las causas que ha dado lugar a esta nueva modalidad de transporte? El abandono del campo por parte de los gobiernos. El campesino ha tenido que  salir para poder vivir. Esta situación también se refleja en la gran cantidad de barriosen las periferias de las ciudades.  

Pero volviendo al tema, el problema no se resuelve solamente con chaquetas numeradas, paradas,cobros de impuestos,  reuniones. Creo que para el bien de todos,conductores de automóviles, dueños de negocios, dominicanos y  turistasque transitan a pie por el casco urbano,  se deberían establecer límites para la entrada de los motoconchos, por ejemplo, al norte la calle Antera Mota,al sur el Malecón, al este la 27 de Febrero y al oeste la calle San Felipe. 

En ese perímetro,según nuestro planteamiento, no podrán ejercer su oficio estos transportistasde dos ruedas.  

Sé que esta propuesta podría mover a severas críticas por parte de los usuarios, lamentablemente aquí la gente no le gusta caminar ni un metro.  Usted se imagina el mar degente caminando entre los negocios, mirando, entrando, tal y como sucede en todas las ciudades civilizadas. Indudablemente que le daría más vida a los negocios  localizados dentro de los limites mencionados. 

De manera que instamos a nuestro Síndico que preste atención a esta sugerencia.  Sabemos que es duro tomar una decisión de esa naturaleza, pero el ordenamiento del tránsito de una ciudad debe estar por encima de muchas cosas.  

A veces hay que apretarse los pantalones y demostrarle a los sindicatos que existen autoridades capaces de tomar decisiones.