No hay herida que no cure en 3 años

Ultima Actualización: lunes, 18 de noviembre de 2013. Por: Luis Henriquez Canela

Para las autoridades; permisivas, blandengues, tímidas, cada voto es importante.

Los muchachos son serviciales, eso si hay que decirlo. Pero hablan alto, muy alto. Han traído el campo y han mudado el barrio al centro de la ciudad. Son los primeros en ayudar si alguien trae consigo algunos paquetes de la tienda o el súper,  hasta para eso son buenos.  Son los  primeros, es indudable, pero a qué precio. 
 
No hay clase que defienda su espacio con tanto rigor como ellos. No quiere intrusos. Se auto asignan áreas específicas dentro de la ciudad y las hacen suyas. Son, a decir verdad, como una especie de propietarios sin títulos. Ocupan las zonas más importantes y lo lugares más concurridos.
 
Han invadido la ciudad en su centro mismo y en las periferias. Donde se posicionan se acaba la paz, no hay sosiego, desaparece la privacidad. Son como turbas hambrientas. ¡Ay de ti! si dices algo o te posicionas en sus espacios, o si conduciendo le pasas cerca. ¡Ay de ti!  
 
Si te accidentas con uno, como quiera que sea, mejor detente. No huyas! Ciudadano que pagas tus impuestos pero careces de derechos, no huyas, porque entonces sí.  Las hordas de Visigodos y Hunos se empequeñecen ante lo que te espera.  
 
Para las autoridades; permisivas, blandengues, tímidas, cada voto es importante. El ciudadano sensato piensa que falta mucho para el 16 y ahora es el momento. No hay herida que no cure en tres años. Tres años es mucho.  
 
Si yo dirigiera el  Cabildo les estableciera un perímetro a esos honrados padres de familia, los sacara del centro y a la gente que camine. Pero como no soy el Cabildo, solamente puedo implorar que ellos lean este escueto mensaje y lo tomen en cuenta.