¿Por quién doblan las campanas?

Ultima Actualización: domingo, 06 de abril de 2014. Por: Luis Henriquez Canela

A otros no les importa porque creen que se trata de política.

Sólo unos pocos manifestantes asistimos al Parque Independencia de Puerto Plata el sábado 5 de abril para decirle no a la mutilación del Artículo 85 del Código Procesal Penal. Debemos reconocer que la convocatoria adoleció de la marcada insistencia con la que hay que casi obligar a los ciudadanos  para que asistan a este tipo de eventos, también, transcurrió muy poco tiempo entre la amputación y la cita. Esa situación podría explicar la poca asistencia de ciudadanos, pero hay otras. 
 
La primera es que hay una apatía generalizada en la población producto de la ignorancia. Muchos noentienden la trascendencia, el alcance, el efecto que la mutilación de este artículo va a tener. No entienden que nos están conculcando el derecho a participar de manera activa en la construcción de una sociedad sana. No entienden que nos están disminuyendo, trasgrediendo y quebrantando el derecho bien ganado a tener un país progresista y con futuro. La corrupción, el dame lo mío, el tráfico de influencias se lleva más de la mitad de los fondos que pudieran ser destinados a la construcción de una sociedad avanzada. 
 
Los hay, que sí entienden pero son extremadamente indiferentes, como por ejemplo mis compañeros declases, queestando debidamente convocados, solamente una alumna asistió. De sesenta que somos. ¿Son éstos ignorantes? no, más bien son indiferentes, abogados preocupados por conocer la ley, pero despreocupados por el futuro de su país, son temperamentos curtidos en esta era donde “to e to y na e na”.  Sé que algunos se van a poner guapitos cuando lean este párrafo dedicado a ellos, pero no importa, que se pongan, su voluntaria inercia ya la describió con marcada precisión el escritor Mejicano Enrique Rojas en su libro “El Hombre Ligth”. Los conozco de sobra. Debo decirles que perdieron una gran oportunidad de erigirse en hombres de vanguardia, libres de pensamiento y obra.  Por suerte habrá otras oportunidades. 
 
A otros no les importa porque creen que se trata de política. Tienen la opinión de que el que se mete en política se contamina. La política para algunos, es una especie de terreno vedado donde para entrar o hay que ser muy sinvergüenza o hay que tener mucho dinero. Es alto el precio que hay que pagar, eso es indudable. 
 
Los hay que creen ciegamente en la representación congresual, para éstos lo que hagan los legisladores está bien, no quieren ni les importa entender nada, ni luchar por nada, ni preocuparse por nada. No saben que la representación es unaficción inventado por los aviesos para “joder” los incautos. La representación no es más que una fábula, un mamotreto disfrazado de legalidad, es la figura más profundamente hipócrita y repugnante de la modernidad. “A mí que no me representen”, expresaba el profesor Ángel Díaz en una ocasión, y con razón. ¿Qué legislador consulta nada con nadieque no sea propio partido? Es bueno aclarar que los hay que son estrellas, piensan por el pueblo y no se dejan arrear, son la minoría(seguro que no votaron por este adefesio).  

Después de la cementera, del 4%, de la barcaza, todo ha cambiado.  Somos otros. Más sensatos, más lúcidos, más conscientes de nuestra fuerza, pero seguimos siendo apáticos, insensibles; la mayoría. 
 
En el año 1612, el metafísico inglés JhonDonne expresaba: “Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti”.