Voceando más que un Loco

Ultima Actualización: lunes, 12 de octubre de 2015. Por: Ramiro Francisco

A 50 años de la Revolución de Abril, gran parte de este tiempo, ha sido un desastre en la buena administración del Estado.

Confieso que me duele, siento verguenza, cuando alguienexpresa “tieto de país”, “Estado fallido”,” “muñequito de país” y otrosepítetos  para denostar la RepúblicaDominicana.

A 50 años de la Revolución de Abril, gran parte de estetiempo, ha sido un desastre en la buena administración del Estado.

Instituciones débiles, promesas incumplidas, planes degobierno en campañas desarrollados solo en los medios de prensa.

Jefes de Estado en varias oportunidades han proclamado “Cerocorrupción”, “combate a la inseguridad” y precisamente, esas dos condicionesson de las más preocupantes hoy día.

Instituciones quebradas, débiles, no confiables que incluyenalgunos estamentos policiales y militares, cuya podredumbre y fétido olorparece contaminar a largo alcance.

Los ejemplos están ahí. Si desea, haga usted mismo unejercicio de recordar.

Sectores del poder económico y religioso llaman blandenguesa gobernantes y dignatarios, debido a la flojera que demuestran, las vueltasque dan, el miedo que demuestran y la misma connivencia y silencio, antedeterminados casos y situaciones ocurridas.

No sé, quisiera equivocarme pero creemos, que como sociedadestamos en necesidad de un hombre y ¿ Por qué no? Una mujer, que no se leacelere el corazón y diga un basta ya, al desastre institucional por el quecamina nuestro país.

Un jefe de Estado, que se atreva a enfrentar la corrupciónque se afirma existe en muchos de nuestros cuerpos policiales y militares.

Un jefe de Estado, que se atreva a romper con el desórden ennuestras cámaras legislativas referente al despilfarro de los recursos quereciben.

Un jefe de Estado con “testículos” abultados, para sanear deuna vez por todas, la nómina de la administración pública. Quien no realiza unalabor…no cobra.

Un presidente que se auxilie de civiles o militares activoso no, con amplio historial de disciplina y firmeza y honestidad para colocarloscomo Ministros y administradores en los diferentes Ministerios y puestos dejerarquía en la administración pública.

Quien no tenga una carrera diplomática, que ni sueñe conestar nombrado en ese campo.

Un jefe de gobierno, que tenga “timbales” aunque nunca hayatocado timbales en  conjunto musicalalguno, para promover reformas reales y justas en la Policia Nacional y lasFuerzas Armadas.

Que no tenga temor de informar a la sociedad que dirige,como se manejan los recursos otorgados a esas instituciones.

Un presidente capaz de contratar buenos asesores y poderafirmar con propiedad, que nadie, absolutamente nadie podrá estar pensionadopor el Estado, y continuar en trabajo con otro disfraz en la mismaadministración pública.

Hay otros muchos cambios que la misma sociedad debe reclamary exigir. Escriba, diga usted algunos. ¡Atrevámonos!

A mi edad, nunca hemos realizado campaña por nadie. No hemosestado en caravanas, ni en marchas, ni en repartos ni en nada de esas cosas, aúnen el ejercicio del Periodismo.

Si alguien me convence, que lo dicho hasta ahora es viable,es posible, que podría hacerse en un gobierno suyo, contáctenme y estarévoceando más que un loco por su candidatura.