Entre Miel y Noticias

Ultima Actualización: lunes, 15 de marzo de 2021. Por: Ramiro Francisco

Por: Ramiro Francisco

La creciente e imparable revolución que tiene la comunicación periodística en el mundo, habla del crecimiento o multiplicación de las noticias e informaciones que a diario recibimos.

Con nostalgia, recordamos los años en que un grupo de amigo nos reuníamos de tardecita en el Parque Independencia o central (antes de ser Plaza) a esperar el periódico El Nacional y otros de la época.

La era de los llamados periódicos de papel en su apogeo. Contadas emisoras y menos, canales de televisión por cable.

Por lo tanto, escasos programas de opinión  tanto por radio como por la televisión. Adolecíamos del bombardeo constante que vivimos hoy con la comunicación.

Eran los años en que el célebre Marshall Mcluhan, hablaba del mundo como “una aldea global” debido por entonces al crecimiento de los medios digitales por el auge de la Internet.

 

Ya lo ocurrido en alguna ciudad europea, de Australia, de Asia, Africa, o de nuestra América lo sabemos al instante. Debido a la rapidez de la comunicación, el mundo forma parte de nuestro entorno, de nuestro cuadrante, de nuestra comunidad, de nuestro barrio.

 

No hay que esperar a tener el periódico en nuestra manos para saber lo sucedido en cualquier parte del mundo.

 

La radio, las redes sociales, televisión, canales de Youtube se encargan de mantenernos debidamente informados 24 horas al día.

 

Tan informados, que ahora se habla del daño a la salud mental  de la tanta información que recibimos por ser incapaces de procesarla toda.

 

Accidentes, asesinatos, violaciones, atracos, corrupción administrativa, persecuciones, desalojos, tránsito caótico, amenazas al medioambiente, de espaldas a los valores, crisis en el hogar, en las iglesias, en el Estado, nuevos descubrimientos científicos, amenazas de guerra, desempleo creciente y otros muchos  temas que son tratados diariamente y a cualquier hora y que perturban la paz de no pocos lectores, televidentes y radioyentes.

 

“no veo noticias” “dejé de ver noticias” “pasaba todo el día nostálgico” “selecciono las informaciones que leo” “no escucho radio”…son algunas de las expresiones que escuchamos de familiares y amigos.

 

Aquí recordamos el consejo del Rey Salomón –“¿Hallaste miel? come la que te baste, no sea que hastiado de ella la vomites”- No es, que no gustes de la miel. Que seas lo suficientemente prudente para no abusar.

 

¿Con las informaciones? Lo mismo. Seleccione donde escucharlas y leerlas.

 

Que no haya manipulación ni maquillajes y sepamos detenernos a tiempo antes que nos hagan daño.