Ayer, compartiendo en el cumpleaños de mi gran amigo Rudy González, tuve la oportunidad de conversar con el propietario de una de las más importantes entidades de transporte de mercancía desde Estados Unidos hacia República Dominicana, de las denominadas empresas de envíos, también conocidas como embarqueros o “Shipping”.

Conversamos sobre la situación por la que está atravesando ese sector, liderado en Puerto Plata por la Asociación de Consolidadores de Carga de la Región Norte (Acocarenor). Es de saber que desde que el anterior gobierno decidió trasladar el centro de verificación de carga desde aquí hacia el puerto de Haina en Santo Domingo, la situación de esos negocios es caótica. Muy costosa. Casi inviable desde el punto de vista logístico. Una locura.

Los costos han aumentado en más de un 30% entre combustibles, empleomanía, horas extras, seguros y toda clase de costos asociados.  Han tenido que comprar autobuses para llevar empleados desde Puerto Plata hacia el Puerto de Haina con los consecuentes riesgos que ello significa y contratar más empleados allá.

Después que esos consolidadores de carga se cansaron de hacer lobby a las puertas de burócratas descarnados del anterior gobierno, se lanzan en campaña a apoyar al actual, con la finalidad de que les resuelvan el problema. Una promesa de campaña, ¡vaya promesa esa!

Dicen que se han reunido decenas de veces con el actual director general de Aduanas Eduardo Sanz Lovatón, Yayo, quien en pleno apogeo de la campaña pasada les prometió que “eso lo resuelvo yo en seis meses”, luego le visitaron la segunda vez y dijo que le dieran “dos meses”. El gobierno va para dos años y no ha resuelto nada.

El negocio del transporte  mueve millones de dólares y hay muchos intereses envueltos. Grandes empresarios quieren el pastel. Puerto Plata está exigiendo su parte, la suya, la que le pertenece.

Hay cosas que no se entienden. Cómo puede ser posible que los puertoplateños tengan que ir a Haina a buscar sus mercancías teniendo un puerto. Cómo puede ser posible que por capricho de politiquitos de patio los centros de verificación de carga hayan sido trasladados hacia Santo Domingo en detrimento del empleo de aquí.

A la señora senadora, diputados y demás miembros del gobierno que son de Puerto Plata que se pongan donde el capitán los vea, los miembros del sector no están muy contentos con esa situación que lesiona grandemente los intereses de la comunidad.

No importa cuánto se gasten y lo que haya que hacer, deben devolver el negocio. Se sabe que hay grandes intereses económicos envueltos y se sabe también que el puertoplateño está harto de ser golpeado. Es “jartos” que estamos, si, así, con J, JARTOS.