Cuando reflexionamos sobre el concepto del "Liderazgo" y las características que "teóricamente" deben adornarles, en gran medida no son más que los buenos valores, entonces la conclusión debe ser que hace tiempo que nos alejamos del centro de lo que es el sentido de esa expresión tan significativa en una sociedad que se plantea el crecimiento como eje principal para encaminarse a su posterior desarrollo.
Las manifestaciones del Liderazgo se perciben en los seres vivos desde los primeros años de su existencia, corresponde a los guías conducir el proceso de su formación y desarrollo.
Cuando echamos un vistazo al mundo nos damos cuenta de que estamos al borde de una catástrofe de grandes magnitudes por falta de verdaderos conductores de los complicados procesos sociales que por causas de las luchas de intereses, nos ha correspondido vivir.
Esas deficiencias las notamos en: las familias, los centros educativos, la organización del comercio y el empresariado y, como consecuencia en la organización del Estado como un reflejo de la falta de liderazgo en las estructuras de los Partidos Políticos.
Urge la creación de centros especializados para la formación y desarrollo de aquellos niños, que sin importar su origen desde muy temprana edad denotan determinadas habilidades para perfilarse como potenciales líderes.
En las sociedades donde la ausencia del
liderazgo se hace manifiesta, se crean espacios para: el desorden, la anarquía, la falta de respeto a la dignidad, fomento del abuso de poder, tráfico de influencias y eliminación de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Esa falta de formación a tiempo de verdaderos líderes es parte de las causas que han permitido a muchas personas acumular poder material, que les permite acceder al poder político, convirtiéndose en una amenaza para la paz y tranquilidad mundial.
Es innegable que países que teníamos como ejemplo en muchos aspectos, sobre todo en unificar esfuerzos para mantener el respeto por la Democracia y el cumplimiento de las Leyes, hoy se revuelcan en una gran crisis de credibilidad y supuestos escándalos de corrupción.
Es tiempo de hacer un alto en el camino y retornar a la diplomacia el rol e importancia que le corresponde jugar, sobre todo en un momento donde impera la guerra y la violencia en algunos casos impulsadas por pandilleros que ya han logrado la renuncia al menos, de un Primer Ministro.
Yo, aún guardo la esperanza de que a través de la creación de Centros de Formación y Desarrollo de Líderes, retornamos a ese liderazgo social natural que era capaz de intermediar para resolver crisis, aún políticas, cuando los partidos de oposición y los gobiernos no lograban ponerse de acuerdo; caso en República Dominicana del incorruptible Don Rafael Herrera (EPD), Don Payo Ginebra (EPD), Don George Arzeno Brugal (EPD), entre otros.