DAME UN MOTIVO

Ultima Actualización: sábado, 05 de diciembre de 2009. Por: Luis Henriquez Canela

La misma palabrería, los gestos, los superficiales planteamientos que la política criolla tiene como libreto, se repiten una y otra vez; que soy político desde que nací, que mis familiares han estado en este partido desde siempre, que votando por mí se gana...

Estoy esperando un aspirante a cargo congresual o municipal que me dé un motivo para votar por él. Sólo uno o dos, de las decenas de candidatos, han dado muestras de que saben lo que quieren y hacia dónde van.   Los demás no me han convencido. O, no es que no me han convencido, mas bien, los noto vacios, alejados de la realidad, quizás, un tanto desconocedores del papel que les tocará jugar si son elegidos.   

 

La misma palabrería, los gestos, los superficiales planteamientos que la política criolla tiene como libreto, se repiten una y otra vez; que soy político desde que nací, que mis familiares han estado en este partido desde siempre, que votando por mí se gana, que mi vocación de servicios está demostrada, etc. Casi nadie habla de proyectos, planes, intenciones, propósitos de mejoramiento para su provincia en el orden legislativo sea local o nacional.  

 

El secuestro de la democracia por parte de los partidos políticos hace que la representatividad que hipotéticamente endilgamos a los legisladores a través del voto no sea más que una burla. Muchas veces sucede que hasta vergüenza ajena nos da cuando alguno saca la cabeza y realiza un planteamiento irreflexivo, díscolo o perturbador tal  y como ha sucedido en el pasado reciente.   

 

Un solo motivo es el que quiero para votar con esperanza y expectación. Un solo motivo que me lleve a creer de nuevo, que me dé una perspectiva, una luz allá a lo lejos, una explicación que me haga entender cómo es que se puede ser tan sínico y tener tanta suerte a la vez. Cómo es que se puede ser elegido para un cargo de tanta importancia para el país y no tener ni pizca de idea de cómo es que hay que hacer para que la comunidad esté representada dignamente, que se beneficie, que saque provecho de haber elegido a uno de sus hijos para tan trascendental tarea.  

 

Dame solamente un motivo que aleje de mí, por los próximos seis años, la sensación de que mi voz y pensamiento estarán, como hasta ahora, desnudos, expuestos, en manos equivocadas. Dámelo y tendrás mi voto.