¡Árbol abonado con sangre!

Ultima Actualización: viernes, 19 de junio de 2015. Por: Ramiro Francisco

Muchos de quienes lean estas líneas no habían nacido, otros estaban muy pequeños y algunos “estaban en camino”.

Dos importantes fechas entre otras, dignas de tener siemprepresente, de no relegarlas al olvido, se cumplen este mes de junio.

La primera de la que se cumplen 66 años, es el desembarco deLuperón hecho ocurrido en 19 de junio de 1949. La segunda, Invasión por Maimón,Constanza y Estero Hondo ocurrida diez años después de la primera, es decir1959. El desembarco por Maimón fue, el 20 de junio de 1959.

Ambas expediciones de la llamada Raza Inmortal, era lucharcontra la tiranía de Trujillo, una de la más férrea de América Latina porentonces.

Muchos de quienes lean estas líneas no habían nacido, otrosestaban muy pequeños y algunos “estaban en camino”.

De esos acontecimientos heróicos, nos enteramos en la medidaque crecíamos, de labios de nuestros padres unos, otros por lo que escuchaban oleían, a veces historias distorsionadas de los hechos ocurridos sobretodo,cuando las mismas provenían del sector oficial.

El tiempo, que muchas veces se encarga de nivelar los hechosy poner al descubierto la “otra historia”, permite abrevar en otras fuentes ycon actores de primera línea que nos cuentan su versión y permiten a las viejasy nuevas generaciones que así lo quieren, tener visiones nuevas de esosacontecimientos.

Lo extraño de estas cosas es que, a veces nos toca observarpersonas que solo se acuerdan de la Patria en fechas como estas.

Son los llamados “patriotas fecheros”. Día de laIndependencia, Día de la Restauración, Día de Duarte, Sánchez, Mella, Luperón,Caamaño, Guerra de Abril, en las que alzan sus voces y se erigen como “gallitosde pelea” contra lo que venga.

Luego, se pasan el año entero en silencio ante elcrecimiento de la inseguridad ciudadana y la delincuencia, el desempleo, lapobreza, la corrupción administrativa, la impunidad, el devaneo de políticos ypartidos en mantener la sociedad maniatada, en silencio, temerosa,apesadumbrada y sin esperanzas de cambios.

Es como si quienes trabajamos en estos medios y redessociales, solo resaltáramos la fecha de la muerte de Orlando Martinez comoMártir de la Libertad de Prensa, y todos los otros días del año, nos la pasamosalabando a políticos demagogos, callando situaciones y cero denuncias, por elmiedo a perder la ración de la boa.

Nunca olvidemos, que el árbol de la libertad que hoydisfrutamos, ha sido regado y abonado con mucha sangre. Que la sangre derramadapor estos hombres no sea en vano. Que sirvan en la distancia y en el tiempo,para expiar tanta dejadez, tolerancia y contubernio con el poder.