Una sociedad crece y se mantiene en el desorden cuando con
todo y leyes, no existe un régimen de consecuencias para el que viola sus
regulaciones.
Dudamos que en los próximos años a alguien se le ocurra
provocar un atentado al metro en la capital dominicana.
Los medios de prensa nos traen la información, que fueron 35
años de prisión la sentencia impuesta por el Tribunal Colegiado del Distrito
Nacional a Frankeli Holguín Medina, quien está acusado de ser el autor del
atentado a la segunda línea del metro.
Las fotografías de ese joven que en principio estaba tomando
el caso como algo normal, sin peso ni valor alguno, a veces hasta sonriente,
ahora sale con el rostro demudado, pesaroso y atormentado.
Entendemos que fue juzgado en el marco de una Ley Especial
de Terrorismo.
La verdad, que desconocemos si existe una ley especial para
juzgar a quien viole y mate una niña o niño de 3, 4, 6, 8 o 10 años de edad o
una anciana que sobrepase los 90 años de edad.
No sabemos si hay una ley especial para juzgar a quien
asalte, hiera y produzca alguna muerte.
Ignoramos si en algún archivo se encuentra depositada una
ley especial para juzgar a quien falsifique documentos para apropiarse de
terrenos y edificaciones que tienen sus legítimos dueños.
Tampoco sabemos si en nuestros códigos aparece una ley
especial para juzgar a quien se robe, desfalque o desvíe dinero del Estado para
su provecho.
Si hubiera consecuencias justas, claras y pesadas dudamos
que muchos de esos casos se repitieran en el diario vivir con tanta asiduidad
en República Dominicana.
No es que no sucedan en otros países desarrollados y en los
llamados en vías de desarrollo como el nuestro. En algunos de esos países sí
hay consecuencias.
Ahí están los ejemplos de Guatemala, Panamá, El Salvador y
Brasil por citar algunos.
Si no existiera el “borrón y cuenta nueva”, si fuera verdad
que nadie está por encima de la ley, no se dieran con tanta frecuencia asaltos,
atracos, robos y señales de tanta corrupción en la administración pública.
No hay miedo a sanciones. No hay consecuencias. Robo decenas
de millones, me apresan pago algunos millones de multa con “buenos abogados que saben”, uno o
dos años presos y ya….la sociedad se gana un nuevo millonario.
Tal vez algún día lleguemos a tener “leyes especiales” para
esos casos.